• Vie. Abr 19th, 2024

Guía del nuevo periodismo oaxaqueño

La Coyuntura

Por: Francisco J. Sánchez (*)

Monterrey, Nuevo León.- El periodismo en Oaxaca se define por un permanente tránsito de un viejo modelo que no muere a un nuevo modelo que no nace. O en esa lucha permanente de resolver el dilema generacional que lo mismo nos acerca, también nos separa.

Y es que está comprobado que si el ejercicio del poder político se encuentra falto de liderazgos efectivos, abundante de intrigas, corto de ética y ciego de visión de futuro, este oficio también corre en las mismas aguas con una severa la ausencia de credibilidad, autocrítica, respeto, propuestas, incluso de significados del oficio mismo.

Es común que las audiencias olviden que los periodistas son quienes informan a la comunidad, quienes explican el qué, el cómo, el cuándo, el dónde y contextualizan el por qué y el para qué de una realidad social compleja como puede ser el crimen organizado o de una simple declaración de “banqueta” de un líder político.

La identidad del profesional ahora se valora en los extremos: si alguien provoca rumores, construye intrigas o despedaza honras es seguro que trabaje en un medio de comunicación, no alguien que se esfuerza por buscar nuevos temas, formas y lenguajes con los mejores estándares profesionales para reflejar lo veraz de una comunidad.

Pero en la última década -hay que reconocerlo-, este oficio-profesión se desarrolla más a la velocidad de la tecnología y repara menos en el rigor de las nuevas prácticas, de las nuevas técnicas, los nuevos enfoques de cobertura y la misma ética en el quehacer diario.

Pese a ello, existen algunos indicios para comenzar a construir una “Guía del nuevo periodismo oaxaqueño”, los cuales me atrevo a publicar en “Informativo 6y7” de la Heroica ciudad de Huajuapan de León:

  1. El nuevo periodismo crece disperso, confundido y subestimado frente al viejo periodismo que ejerce presión con el prestigio de la marca, la cuota publicitaria y el acuerdo político.
  2. El nuevo periodismo es el esfuerzo personalizado o grupal sin experiencias empresariales, pero con compromiso profesional, mientras el periodismo tradicional se conformó con ser una empresa familiar o política donde el servicio es corregir imágenes públicas.
  3. El nuevo periodismo construye opciones de rentabilidad con la venta de servicios o productos enfocados al retorno de la inversión publicitaria y la especialización como ventaja competitiva.
  4. El viejo periodismo se colapsa cuando hay un reacomodo de grupos de poder en los gobiernos municipal y estatal porque siempre están en las crisis de la economía local.
  5. Frente a la concentración de los presupuestos públicos en grupos, hoy se multiplican en centenares de medios en Oaxaca como forma de subsistencia individual, principalmente en portales de noticias o cuentas de Facebook y Twitter.
  6. Esto provoca la ausencia de contenidos periodísticos y menos interés por comunicar, transmitir y diferencias lo verosímil de lo veraz, lo creíble de los verdadero, es decir, el viejo y el nuevo periodismo quedaron expuestos como agentes sociales sin contrapeso, atrapado en la corrupción y sin salida.

Este pequeño análisis nos lleva a retomar las máximas de cientos de periodistas que me atrevo a presentar para esta “Guía del nuevo periodismo oaxaqueño”:

  1. Las redacciones de los medios de comunicación son para enseñar, detectar talentos y desanimar carreras equivocadas.
  2. El aprendizaje del oficio es transversal, es decir permite a un veterano continuar aprendiendo ya no con jefes sino con los jóvenes.
  3. Hoy el desafío mayor está en saber descartar el exceso de información para poder transmitir e interpretar lo que me parece relevante.
  4. El periodismo es un oficio de responsabilidad social que ejercido de una manera honrada, impulsa cambios constantes.
  5. El periodista nace y se hace.
  6. La materia prima es la palabra, que en el periodismo tiene un poder de acción descomunal.

Está probado que el periodismo de Oaxaca es de los más desafiantes en el país frente a los excesos del poder político y social.

Por eso, los periodistas que defienden la libertad de la palabra y la imagen, no necesitan más que regresarle su valor de servicio público para retornar al origen. Hoy en Oaxaca, nada es más cierto que eso.

 

(*) Texto publicado en el primer número del periódico Informativo 6y7, editado en la ciudad de de Huajuapan de León, Oaxaca.

Especialista en análisis y estrategia política

Twitter: @lacoyunturamx

Correo electrónico: franciscosanchezhernandez@yahoo.com.mx

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