** La precariedad económica pero mucho amor por la educación destacan en la enseñanza comunitaria**
NATHALIE GÓMEZ/@Nathalie_fx
Huajuapan de León, Oax.- Con el objetivo de que se visibilice la enseñanza comunitaria, desde la perspectiva de los docentes que se van a poblaciones lejanas ganando en promedio mil o mil 500 pesos al mes, profesores de 13 bachilleratos participaron en la elaboración del libro “Ser docente comunitario”.
En esta compilación de experiencias participan 83 docentes de 13 bachilleratos. Ellos escribieron su historia pero también participaron, y lo seguirán haciendo, para encuadernar el libro de forma artesanal.
El proyecto es cofinanciado por el Patronato Nacional de Alfabetización, y Extensión Educativa A. C. y el gobierno federal a través de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), con la aportación de 160 mil y 204 mil 500 pesos, respectivamente.
Se tuvo un financiamiento para imprimir 150 libros del programa de Coinversión social que opera el Instituto Nacional de Desarrollo Social (INDESOL), al que se le darán 15 ejemplares, el resto se distribuirá en las escuelas participantes pues por el momento no se pretende que salga a la venta al público.
AMOR DEL DOCENTE COMUNITARIO
Juan Ken López Mayorga, coordinador en la Mixteca del Patronato Nacional de Alfabetización, y Extensión Educativa A. C., destacó que dadas las circunstancias en las que trabajan, se trata de personas jóvenes, que no se han casado y que tienen un fuerte amor por la docencia en comunidades marginadas.
“En realidad, cuando se casan tienen que dejar el proyecto por la precariedad económica que existe, pero antes de ello están ahí por amor, un amor que se hereda porque el 95 por ciento de los profesores han egresado de esas escuelas, viajando hasta donde lo hacen, ganando lo que ganan”, compartió.
Hay escuelas que tienen internado, por lo que los docentes también están en el lugar las 24 horas del día, los siete días a la semana, lidiando en muchas ocasiones con diversos problemas, además de las carencias, de lucha contra cacicazgos que se oponen a proyectos educativos.
“Para mí es un orgullo que sus historias se den a conocer, que estén en el colectivo y que la gente sepa sobre la labor que hacen estas personas que son actoras de su propio buen vivir, y que muchas veces tienen que luchar contra muchas cosas, pues los han querido cerrar en muchas partes, pero quien los ha mantenido es la comunidad, los padres de familia”, apuntó.
En julio inició el programa; durante cinco días, 40 horas, los 83 docentes tomaron un curso en la Ciudad de México sobre la metodología para elaborar una sistematización basada en la experiencia, en el ser y el sentir de ellos, no tanto histórica sino que compartieran su vivencia como docentes.
Al regresar a sus comunidades, los docentes empezaron a redactar sus testimonios, fueron guiados por las personas que les impartieron la capacitación, del Centro Interdisciplinar para la Investigación del Ocio (CIIO), de Oaxaca.
“De septiembre a noviembre se recabaron los textos de los 13 bachilleratos y en noviembre inició el trabajo de maquetación, corrección de estilo, con estos mismos compañeros que también forman parte de un colectivo editorial llamado Casa de las Preguntas, quienes están editando el libro”, especificó.
Dentro de las historias que contienen la compilación, no se habla de marchas o plantones, puesto que al trabajar en extensiones de escuelas, estos docentes están alejados de sindicatos, manifestaciones, las cuales respetan pero no comparten, pues le apuestan más a la “propuesta y no protesta”.
TRABAJOS POR LA EDUCACIÓN
Los trabajos del patronato iniciaron en 1944 en la Ciudad de México con programas de alfabetización, y se constituyó legalmente en 1958.
Fue fundado por una congregación de hermanos de religiosos maristas con el objetivo de trabajar en la educación en zonas marginadas, desde hace 200 años, y hace alrededor de 20 años inician los trabajos en Oaxaca a través de bachilleratos.
Varias comunidades se acercaron al patronato y es como se empiezan a abrir escuelas en extensión, a raíz de una preparatoria que se crea en Asunción Ixtaltepec, en la región del Istmo, avalados por una escuela madre.
Al ser extensiones, explicó, es como si hubiera un salón lejano de las poblaciones, pero que representan para las y los jóvenes, una oportunidad de continuar con sus estudios. Actualmente el patronato está colaborando con 13 bachilleratos comunitarios en cinco regiones de Oaxaca.
Sin embargo, de acuerdo a la regionalización que estableció el patronato, tienen injerencia en tres regiones, Mixteca, Costa e Istmo a las que se les suma un par en la Sierra Sur y otra en la considerada Sierra Norte.
En el caso de la Mixteca, los tres bachilleratos son Flores Magón de Santo Domingo Tonalá, la preparatoria por extensión Lázaro Cárdenas, de Yucuquimi de Ocampo, y la Preparatoria Tezoatlán, de Tezoatlán de Segura y Luna.
El colaborador del patronato informó que tienen cuatro programas establecidos y uno más que están comenzando a trabajar, que tienen que ver con el apoyo económico a procesos educativos ya que al no ser escuelas públicas no reciben financiamiento del gobierno, sino los padres de familia por cooperación.
Otro programa es de fomento a encuentros juveniles, que los estudiantes de una escuela puedan viajar a otra y en el caso de la Mixteca, los tres bachilleratos se reúnen cada año con los tres que hay en la Costa, donde se ve la parte académica, cultural y de convivencia deportiva.
Uno más es el de becas para los estudiantes que egresan de estos bachilleratos, para que puedan estudiar la licenciatura en Educación Media Intercultural en la Universidad Marista, en la Ciudad de México, donde tienen cuatro especialidades a elegir.
El cuarto programa uno permanente de formación, cada fin de semestre, el patronato concentra por una semana a los docentes en el Istmo o Ciudad de México, para revisar aspectos pedagógicos, metodológicos y otros relacionados con la enseñanza, es de aquí, de donde surgió el proyecto del libro.