Citlalli López/ORO Noticias
OAXACA, Oax. Al menos cinco mi oaxaqueños y oaxaqueñas retornarán en diciembre a sus comunidades de origen para celebrar las fiestas de año nuevo, quienes lo hacen son migrantes, que en su mayoría, ya cuentan con residencia en Estados Unidos.
Rebeca, es una de ellas, arribó en el vuelo de las 12:15 horas de este domingo, ella reside en Estados Unidos desde hace 35 años y dejó su natal Yanhuitlán para buscar una mejor oportunidad de vida.
Ella explica que se llena de emoción al volver a estar en su tierra y que quizá el próximo año ya sea definitivamente, porque dijo no le gustaría vivir sus últimos años lejos de su país y su comunidad.
“Para mí esta ocasión es especial, porque como le digo a mi esposo, tenemos a nuestra mamá, y hay que visitarla y disfrutarla ahora que todavía está con nosotros, porque el día que ella no esté ya no va a ser igual”, también comentó que tuvo que irse por la necesidad y por el trabajo.
En el aeropuerto las familias se funden en largos abrazos, risas y cálidas bienvenidas, en añoranzas de la tierra abandonada, siempre en el recuerdo del Dios nunca muere entonado en las convivencias, en una taza de chocolate o en una tlayuda con chapulín acariciando el paladar.
Quienes regresan después de un largo tiempo de ausencia llevan maletas cargadas de esperanza de nuevos bríos, pero también de nostalgia. Detrás de la cinta que delimita el acceso, las familias buscan con la mirada un rostro conocido, en los labios la sonrisa y en algunos casos el nudo en la garganta que no deja expulsar las primeras palabras de bienvenida.
El aeropuerto tiene un movimiento especial se respira un aire de alegría, una felicidad que se contagia y se multiplica en la espera y llegada.
