Patricia Briseño/ORO Noticias

OAXACA, Oax.,  Habitantes de la región Mixteca acompañaron a sus alcaldes en la movilización que emprendieron este miércoles en la periferia de la ciudad de Oaxaca; los ediles cerraron un complejo de oficinas de gobierno y bloquearon temporalmente la caseta de peaje, en la carretera federal 135D, para demandarle a la administración estatal les entregue  la partida presupuestal correspondiente para cumplir con sus compromisos.

Los presidentes municipales de Atatlahuca,  Yosondua, Chalcatongo, Itundujia, Nundaco, Nundiche, San Juan Ñumi, entre otros, le urgieron al gobernador, Alejandro Mural Hinojosa intervenga ante la Secretaría de Finanzas en la gestión de recursos  para el beneficio de sus respectivas comunidades.

Gerardo García Lucero, presidente municipal de San Andrés Cabecera Nueva, mencionó que la región Mixteca tiene caminos en pésimo estado por falta de mantenimiento,  los hospitales y centros de salud sin medicamentos,  carecen de  ambulancias  además de vehículos para patrullar en sus localidades.

Acusaron a los funcionarios del gabinete de no cumplir las órdenes del mandatario: “los titulares de diversas dependencias  nos citan y nos piden proyectos y validaciones , y al final del año nos dicen que nos les alcanzaron los recursos, y que hasta el próximo 2020, y así nos traen…”.

En su carácter de vocero de los alcaldes, García Lucero sostuvo “a pesar de que el Poder Legislativo autorizó al gobierno del estado una nueva deuda millonaria, lamentablemente, a nuestra región (Mixteca) se le vuelve a excluir”.

Por lo anterior,  a manera de presión , los alcaldes decidieron cerrar las puertas del complejo de oficinas, conocido como ciudad Judicial, en el municipio conurbado de San Bartolo Coyotepec,  donde impidieron la entrada y salida de cientos de trabajadores.

Por temor de quedar encerrados, la burocracia de los poderes Ejecutivo y Judicial, además de la Fiscalía General del Estado desalojaron sus oficinas; en su carrera algunos brincaron bardas, mujeres embarazadas o con hijos suplicaron a los ediles, mientras, otros se aventuraron a saltar el canal de desagüe, salir por terrenos pantanosos y de siembra.

Los únicos que permanecieron en el complejos fueron los funcionarios y personal de confianza, quienes por su cargo tienen prohibido abandonar su centro de trabajo.