Patricia Briseño/ORO Noticias
OAXACA, Oax. Una tarde con viento frío fue el escenario de despedida al ingeniero, Arturo Morales de Paz en su natal Miahuatlán de Porfirio Díaz, en la región Sierra Sur de Oaxaca. Previo al sepelio en el panteón municipal, se celebró una misa de cuerpo presente en templo de San Andrés Apóstol, en el zócalo de esa municipalidad zapoteca.
Posteriormente, un grupo de mariachis encabezó el cortejo con dirección al panteón. El ataúd color plata con los restos del migrante de 33 años, fue cargado en hombros por personas allegadas a la familia y al difunto.
Los asistentes con rostro desencajado acompañaron con sus oraciones al sacerdote, encargado de oficiar la misa de despedida.
Nadie podía creer que al joven profesionista, ingeniero en aeronáutica, con experiencia consolidada y un futuro prometedor, le hubieran arrebatado la vida de manera tan cruel en el estacionamiento de un centro comercial de Canadá, al norte del continente.
Los deudos de la víctima solicitaron a la administración del gobernador, Alejandro Murat, representarlos ante las autoridades consulares de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para recuperar los restos del oaxaqueño, quien hasta el día de su deceso (18 de diciembre) trabajó en una empresa ensambladora de aviones ejecutivos, en Montreal, Canadá.
El Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante atendió la instrucción del traslado del connacional, apresurando los trámites administrativos antes las autoridades consulares de México en Canadá.
El cuerpo del ingeniero en aeronáutica, de 33 años de edad, con residencia en Canadá, fue encontrado con cuatro puñaladas, en el estacionamiento de un supermercado dentro de su automóvil.
El crimen que acabó con la vida del migrante oaxaqueño ocurrió a pocas horas de que este emprendiera el vuelo que lo llevaría a su natal Miahuatlán, en Oaxaca, a celebrar las fiestas de Navidad y Fin de Año.
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