Jaime Guerrero
OAXACA, Oax. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó que las acciones que realizó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en los estados de Oaxaca, Chiapas y Morelos, los más afectados por los sismos de septiembre de 2017 arrojaron observaciones por 77.4 millones de pesos, debido a que, entre otras causas, hubo ausencia de documentación justificativa y comprobatoria en el ejercicio de los recursos para atender los daños a infraestructura de las entidades.
Además, la población afectada no recibió la atención suficiente de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del Banco de Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) y la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), ya que hubo fallas en sus mecanismos de control.
Tampoco existen elementos suficientes respecto a la correcta programación y entrega de los recursos del Fonden destinados a la reconstrucción y rehabilitación de viviendas.
Los resultados se detectaron en la tercera entrega de informes individuales y del informe general ejecutivo, fiscalización superior de la cuenta pública 2017 que se realizó a la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados federal.
Se estima que los damnificados por el citado desastre natural son 506 mil 298 personas, las cuales no recibieron las acciones correspondientes por medio de las autoridades en virtud de que se identificaron fallas en los mecanismos de control de Sedatu y Bansefi.
En su caso, la Secretaría de Gobernación careció de los atlas de riesgo municipales del 85.3 por ciento de los 592 municipios afectados, no contó con un programa de trabajo para el fortalecimiento de la normatividad institucional en materia de protección civil y planes de contingencias.
Tampoco identificó el universo de instituciones de los tres órdenes de gobierno, al no contar con diagnósticos y programas precisos, no contribuyó a la toma de decisiones para la disminución de riesgos de desastres.
Por lo cual, la protección civil en materia de sismos continúa privilegiando un enfoque reactivo en lugar de preventivo, añadió el informe.
