María de los ÁNGELES NIVÓN
Totalmente rebasado por su propio Cabildo en el municipio de Oaxaca de Juárez, con una grave crisis de ingobernabilidad interna que amerita una revisión sobre la actuación de sus propios colaboradores, la mayoría Ulisistas, el presidente municipal capitalino, José Antonio Hernández Fraguas, ha quedado en entredicho ante la ciudadanía y se esfuma su posibilidad de reelegirse.
Caray, tantos años de mover el abanico y no se acuerda cómo manejar el oficio político, fundamental en un cargo de elección popular y en el ejercicio de gobierno, pero más aún, para Fraguas debería ser pan comido la gobernabilidad de su Cabildo, porque está por segunda ocasión como Alcalde capitalino.
¿Qué le pasó a Fraguas?
No es la salida culpar a su antecesor Javier Villacaña Jiménez de todo lo malo que pasa en el municipio, si bien es cierto, la administración anterior también tuvo sus asegunes que de acuerdo con Fraguas le dejó una deuda de 545.5 millones de pesos, aunque el fondo sea un conflicto familiar entre ambos políticos, es importante que la propia Auditoría Superior del Estado haga las revisiones correspondientes de los señalamientos para deslindar responsabilidades.
La ciudadanía capitalina no se merece el espectáculo mediático que están dando.
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