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Tacache recupera su identidad como comunidad maromera

**Realizan primer encuentro de maromeros en Tacache de Mina**

NATHALIE GÓMEZ/@Nathalie_fx

Santa Cruz Tacache de Mina, Oax.- La comunidad que en sus fiestas más importantes disfrutó del talento de grandes maromeros, este 2018 revivió su memoria y sentimientos a través de cantadas, acrobacias y muchas risas en el Primer Encuentro de Maromeros de Santa Cruz Tacache de Mina.

Ya que está instalado el trapecio de seis metros de altura y los maromeros se maquillaron, se hace un recorrido por las calles de la comunidad, que es el aviso del espectáculo que personas de todas las edades están invitadas a disfrutar.

Una vez que llegan a la plaza cívica, inician las cantadas, pueden ser individuales, en pareja, se presentan dinámicas de grupo con personajes como payasos, sacerdotes, cualquier señor de cualquier pueblo que, acompañados por una banda de viento, hacen reír incesantemente al público.

Las compañías que se presentaron fueron la del señor Guadalupe Ramírez, de la comunidad de San Lorenzo Vista Hermosa que lleva 11 años en la maroma; la de don Alfonso Jiménez, de San Miguel Amatitlán quien participa con prácticamente toda su familia y el joven César Chávez Martínez, maromero proveniente de Santiago Chazumba.

Éste último, quien también es dibujante y costurero, ha vivido muchos años en la ciudad de México donde nació, pero fue en Santiago Chazumba, de donde es su familia, donde surgió su amor por la maroma.

JÓVENES EN LA MAROMA

“A mis familiares les gusta la historia, así que me mostraron algunas crónicas donde mi abuelo Artemio Martínez Pimentel escribió sobre la maroma, a partir de esos escritos y de los del doctor Vicente Gutiérrez, ambos cronistas, pude ver fotos y videos de esta expresión a los 16 años de edad”, relata.

Apasionado del break dance, el grafiti, el rap y hip hop, César Chávez siempre se había sentido reprimido y buscaba algo más, sin saber qué era, y ese algo lo encontró en la maroma, por la que afirma, le nació un amor porque le permitía gritar, girar, hacer locuras con un buen sentido, aportando algo a los demás.

Lleva ya un año viviendo en Santiago Chazumba y junto con otras cinco personas, dos niños, otro joven y dos adultos mayores, se dispusieron a rescatar la maroma con la cual tienen ya un cuadro con números de altura. Se van a presentar el próximo 20 de abril en su comunidad, durante la feria del Señor de la Esperanza.

Pero mientras eso ocurre, junto con Abelino Cruz, el joven de 23 años acudió al Primer Encuentro Nacional de Maromeros en Cuautinchán, Puebla y ahora en el de Tacache de Mina, además de que asistirá este sábado a una presentación a Lunatitlán.

Consideró muy importante que las nuevas generaciones se interesen en la maroma: “Hoy que estoy a cargo de levantar la maroma en mi pueblo, veo que es un tanto difícil porque se está cargando encima una cultura de un pueblo, pero como dice don Alfonso, mientras se quiera, se puede lograr”.

RECONOCEN A MAROMEROS

Para resaltar el trabajo que han hecho habitantes de esta comunidad, que hace algunas décadas eran también maromeros y de los cuales algunos siguen todavía haciendo presentaciones cuando hay oportunidad, las autoridades entregaron algunos reconocimientos.

Estos fueron para Ángel Bonola Silva, Genaro Méndez Marín, Roberto Bravo, Cornelio Mauricio Méndez Sánchez y Adolfa Ernestina Cortés Escamilla, entre otros que ya no viven.

Dona Tina, que ahora tiene 70 años de edad, ingresó a la maroma cuando tenía alrededor de 25 años, en la compañía de don Pancho González, mejor conocido en esta parte de la región como Pancholín.

Con orgullo, don Cornelio, esposo de dona Tina, refiere que “los buenos, buenos, eran los que nacieron con don Pancho, esos eran buenísimos”, reitera.

Además de ellos dos, su hija Guadalupe Méndez Cortés, también ha participado como maromera, se aprendieron cantadas y además de acompañarse con banda, se sabían muchas que eran amenizadas con guitarra.

LA MAROMA SIGUE EN RIESGO

Guillermo Círigo Villagómez, jefe de la Unidad Regional de Culturas Populares, dio a conocer que la maroma es una de las expresiones que aún está en riesgo, sobre todo porque se perdió la transmisión del conocimiento de los adultos mayores a los adultos, a los jóvenes y a los niños.

Por eso, resaltó que en la medida que realicen trabajos, las instancias, comunidades y sociedad civil, se irá fortaleciendo, mientras tanto, el trabajo de esta instancia de alrededor de 15 años con la maroma, está dando sus frutos y llegando a otros sectores.

“Culturas Populares no es una institución que quiera siempre estar liderando o estar al frente de todos los movimientos de cultura popular, la función es impulsar y fortalecer los trabajos y que las comunidades y grupos los retomen y también que tomen el control de sus propios procesos culturales”, afirmó.

El primer encuentro de maromeros de Tacache, dijo que es importante porque no fue convocado por las instancias sino por la propia comunidad presidida por Eutiquio Sierra Cortés, donde hubo una gran tradición de maroma con grandes compañías, tierra del gran Pancholín, maestro de excelentes maromeros.

“En Tacache de Mina la maroma estaba olvidada, con esto se reconoce por un lado la labor de los portadores de esta cultura y por otro, se reconoce la expresión como parte de las fiestas de la comunidad. Es muy agradable ver que la gente, en la memoria colectiva, guarda los versos, las cantadas y se congrega en buen número y disfruta de esta maroma”, destacó Círigo Villagómez.

Aplaudió en este sentido que en la compañía de Amatitlán se hayan involucrado ya cuatro generaciones y que en muchas más se estén involucrando a los niños, además de las mujeres “quienes reclaman su espacio en todos los ámbitos de la vida, social, comunitaria, cultural y hasta deportiva; con la pelota mixteca, la maroma, la música, qué bueno que haya mujeres y niños”, reconoció.

IMPORTANTE, RECUPERAR RAÍCES MAROMERAS

Xóchitl Aguirre Méndez, síndica municipal de Tacache, consideró que es imprescindible recuperar las raíces maromeras, y valorar lo que han aportado los integrantes de las compañías que surgieron hace varias décadas en esta población.

Agradeció a las y los maromeros participantes, pues desde hace mucho tiempo tenían la intención de realizar este evento cultural y que se homenajeara a quienes se han dedicado a esta expresión.

Aunque se esperaba la asistencia de dos bandas, cancelaron el día del evento por lo que de las cuatro que hay en la comunidad, la banda Ilusión se dispuso a apoyar aunque con algunas complicaciones debido a que las cantadas requieren una dinámica y ritmos muy peculiares.

Esperó que los jóvenes y niños de su comunidad se contagien para realizar este tipo de actividades porque aunque algunos practican el deporte, “lamentablemente éste se relaciona de inmediato con el consumo del alcohol”.

Pedro Anastasio Gutiérrez, Antonio Santos Martínez y Anuar Josué Martínez Santiago, de 14 y 12 años de edad los dos últimos, desde hace dos años aproximadamente, participan en la maroma de San Lorenzo Vista Hermosa.

En la barra, columpio y “con todo y la pena que sentían al principio”, hoy disfrutan al máximo de toda la aventura que viven con cada presentación y les emociona saber que las expresiones hacen felices a los demás niños, niñas y adultos.

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