Citlalli López/ORO Noticias
OAXACA, Oax. Erigida al cobijo del cerro del Picacho, Teotitlán del Valle es una población tejida en lienzos de lana. Lugar mágico donde los hilos cuentan historias acompasados con el sonido del telar. Espacio que se tiñe de grana cochinilla, nogal y añil, colores de “la tierra de dioses”.
Es aquí lugar de hombres y mujeres poseedores de un talento único que como grecas se despliegan en tapetes para dar cuenta de su cosmovisión, la vida diaria, el respeto a la naturaleza y su cultura orgullosamente zapoteca.
“Esto representa para mí nuestra vida, nuestro alimento, el estudio para nuestros hijos”, recuerda Tomasa Chávez, quinta generación de una de las cientos de familias artesanas de la localidad.
Entre las manos de Tomasa, los hilos trenzan suaves pinceladas, hilvanan artesanías únicas que son sustento, nuestra vida, nuestra cultura.
Cada diseño lleva impresa la imaginación de Sergio Martínez, su esposo, quien con su arte trascendió fronteras. Parte de sus creaciones están expuestas en galerías y museos de Estados Unidos.
El proceso para la elaboración de los tapetes es largo y laborioso, inicia desde el trasquilado de los borregos para la obtención del, la Hilada, para obtener los colores, dar vida a un tapete, requiere de horas diaria, trabajo, mucha concentración, paciencia y cariño.
Teotitlán del Valle o tierra de dioses pertenece a la región de los Valles Centrales. Se ubica a 30 kilómetros de la capital del estado a las faldas del cerro del Picacho, considerado un cerro sagrado y místico, además de ser guardián de una gran diversidad de flora y fauna.
