PATRICIA BRISEÑO/ororadio.com.mx
OAXACA, Oax. Una tortuga golfina con dos aletas amputadas a causa de redes fantasmas instaladas por pescadores furtivos en el fondo del mar, logró sobrevivir tras varias semanas de cuidados proporcionados por el grupo de expertos que laboran en el Centro Mexicano de la Tortuga (CMT), de Mazunte, Oaxaca.
Dennis Bermúdez Díaz, encargada de este centro de investigación, localizado en el municipio de Santa María Tonameca dijo que la hembra sobrevivió a las redes (artes de pesca) abandonadas con propósito de captura, factor que ha contribuido a la extinción de las especies marinas, como los cetáceos y quelonios.
“La tortuga marina fue rescatada en diciembre del año pasado, cuando los habitantes de la comunidad de Barra de la Cruz, en el municipio de Santiago Astata avistaron este ejemplar a un costado de la playa”, informó.
En entrevista, la bióloga apuntó que entonces la tortuga se encontraba grave, toda vez que presentaba un cuadro de deshidratación; por las dificultades para desplazarse ( por dos aletas rotas) traía varios parásitos adheridos a su caparazón, asimismo, presentaba dificultades para respirar y, también se le encontraron golpes.
Informó que fue su colega, Martha Harfuch quien coordinó la rehabilitación del animal, que consistió en hidratar, desparasitar y medicarla con desinflamatorios, analgésicos y antibióticos.
Actualmente, detalló, la tortuga está en proceso de recuperación, se alimenta normalmente. El monitoreo reporta un avance favorable aunque persisten problemas de respiración y movilidad.
Bermúdez Díaz descartó volverla al mar por lo que continuará en cautiverio en una de las piscinas del Centro Mexicano de la Tortuga.
Subrayó que las artes de pesca abandonadas están acabando con especies como las tortugas marinas, sometidas “una muerte lenta, dolorosa e inhumana”.
“Las redes fantasmas dañan ecosistemas marinos vitales, como los arrecifes de coral y los manglares y amenazan las fuentes de alimentos y los medios de vida de las comunidades costeras y los pescadores”, asentó.
La investigadora lamentó que el sector pesquero y ni las autoridades oficiales le presten atención a este problema ambiental, que avanza en el fondo del mar, a veces deliberado y otras por errores humanos o mecánicos.