Patricia Briseño
OAXACA, Oax., Más de mil migrantes entre menores de edad y adultos aguardan en la antigua terminan del ferrocarril del municipio de Ciudad Ixtepec, en la región del Istmo, a que el tren carguero, conocido como La Bestia, continúe su ruta por Oaxaca hasta Medias Aguas, Veracruz, para luego conseguir otro medio de transporte a los Estados Unidos.
Este miércoles se cumplieron cuatro días de espera en las terregosas calles de Ixtepec por lo que la impaciencia asaltó al grupo migrante; algunos partieron ayer en la noche para continuar su ruta pie, eludieron los 43 grados centígrados que alcanza el termómetro en esta región.
A diferencia de las caravanas anteriores cuando el gobierno estatal y las administraciones municipales coordinados atendieron a los migrantes acercándoles agua, suero y servicios médicos, en esta ocasión resalta la indiferencia y el desdén, incluso, por el mismo gobierno federal.
Los empleados del gobierno estatal y del Ayuntamiento de Ixtepec remiten a los extranjeros al albergue Hermanos en el Camino, creado por el sacerdote y defensor de los Derechos Humanos, Alejandro Solalinde. El alimento y agua a los niños y mujeres embarazas también proviene de los practicante de la fe cristiana que llegan a buscarlos a las vías del tren.
El ferrocarril, apodado La Bestia, mantiene suspendida su corrida desde el pasado lunes cuando un joven salvadoreño murió de un infarto, presuntamente a causa del golpe de calor y la deshidratación que padeció en su travesía desde su país de origen al sureste mexicano.