Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).– Si el Partido Acción Nacional (PAN) no reconoce sus errores y los corrige, sí estará en peligro de desparecer, pero hoy no está al borde de la muerte, luego de los resultados obtenidos el 1 de julio, los peores desde que se dio la alternancia en el país, reconoce en entrevista Héctor Larios Córdova, quien busca la secretaría general de la fuerza política al lado de Marko Cortés Mendoza.
“Sí puede desaparecer el PAN si no reconocemos nuestros errores y los corregimos. Tampoco estamos aquí al borde del peñasco”, dice en esta entrevista con SinEmbargo.
Larios Córdova se bajó de la contienda de la dirigencia del blanquiazul, por considerarlo lo mejor para el partido, pues asegura las dos dirigencias pasadas, la de Ricardo Anaya Cortés y la de Damián Zepeda Vidales, cometieron excesos, se brincaron las reglas internas e hicieron lo que quisieron.
Por eso, afirma, llegó el momento de poner en orden la casa y llamar a la reconciliación del partido: invitar a regresar a los que se fueron: Margarita Zavala Gómez del Campo, Francisco Búrquez Valenzuela e incluso revisar la situación de Ernesto Cordero Arroyo.
En específico sobre las decisiones que tomaron varios liderazgos del PAN durante los últimos días, que llevaron al lanzamiento de la planilla encabezada por Marko Cortés, dice que se puso por encima el fortalecimiento de la fuerza política.
“Se construyeron los ejes de cómo fortalecer al PAN hacia delante, los compromisos del partido para reencontrarse con la sociedad, para que los ciudadanos nos sientan útiles para la sociedad y poner la casa en orden. No cometer los errores que se cometieron, comprometerse a corregir esos errores: la descentralización de decisiones, la falta de respeto a las reglas del partido; se violaron todas las reglas habidas y por haber, la necesidad de que los presidentes del partido no puedan ser candidatos, porque eso provoca lesiones, y nos provocó fracturas. Un proyecto de reconciliación interna, abrir las puertas para que puedan ingresar nuevos miembros y para todos aquellos que se fueron, que si así deciden, sean bienvenidos en el PAN de nuevo”, argumenta.
El acuerdo, confirmó, incluye revisar la coordinación de la bancada del PAN en el Senado de la República a cargo de Damián Zepeda y otorgársela al ex Gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle.
Héctor Larios Córdova es originario de Jalisco, pero ha sido Diputado federal y Senador por Sonora. Fue Secretario General del Gobierno de Sonora durante la administración de Guillermo Padrés Elías, y Senador plurinominal en la legislatura pasada.
Es Ingeniero Civil por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente y Maestro en Administración de Empresas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Es miembro del PAN desde 1990, donde ha ocupado diversos cargos
–Esta decisión que tomó de bajarse de ir por la dirigencia del PAN y acompañar a Marko Cortés, ¿qué opina del perfil de Cortés? Para muchos el perfil de usted y de otros de los candidatos que están tenían un perfil más elevado. ¿Qué credenciales tiene Marko Cortés para dirigir al PAN?
–Voy a contestar puntualmente la pregunta, pero antes déjame hacer un poco de antecedente: prácticamente desde antes de las elecciones Marko inició un proceso para recorrer todo el país y sumar voluntades en torno a él para ocupar la presidencia del partido. Tenía mucho tiempo avanzando y mucho avance. Nosotros hace dos semanas irrumpimos en el ambiente, y como a los ocho, nueve días de tener una campaña que iba creciendo muy fuerte, tuvimos unos focos amarillos en algunos estados, porque empezaron a haber rispideces, jaloneos con algunos que habían comprometido su apoyo a Marko. Varios liderazgos del partido, pensando que lo que podría salir de esto es un encontronazo de trenes que dejaría más lastimado el partido y el asunto era encontrar la manera de que el partido saliera fortalecido por el escenario que viene hacia delante del 1 de diciembre, se sentaron a platicar y construyeron una alternativa de proyectos de partido. Por diversas razones pensaron que fuera Marko quien encabezara. Ciertamente las encuestas que había todas las encabezábamos nosotros, también influye mucho los liderazgos locales que Marko traía de mayor peso. Se construyeron los ejes de cómo fortalecer al PAN hacia delante, los compromisos del partido para reencontrarse con la sociedad, para que los ciudadanos nos sientan útiles para la sociedad y poner la casa en orden. No cometer los errores que se cometieron, comprometerse a corregir esos errores: la descentralización de decisiones, la falta de respeto a las reglas del partido; se violaron todas las reglas habidas y por haber, la necesidad de que los presidentes del partido no puedan ser candidatos, porque eso provoca lesiones, y nos provocó fracturas. Un proyecto de reconciliación interna, abrir las puertas para que puedan ingresar nuevos miembros y para todos aquellos que se fueron, que si así deciden, sean bienvenidos en el PAN de nuevo. Me pidieron a mí que aceptara la Secretaría General, ayer en la mañana tomé las decisiones de aceptar.
¿Qué credenciales tiene Marko Cortés? Bueno, es alguien que tiene militando en el partido muchos años; es de una camada del juvenil, su mayor respaldo está entre los que fueron sus compañeros cuando militó en el juvenil. Ha sido candidato dos veces a la Alcaldía de Morelia, se ha quedado cerquita. Fue candidato al Senado, fue Senador, ha sido Diputado y mantuvo la cohesión del grupo parlamentario y permaneció los tres años, que resulta raro hoy en día que un coordinador dure los tres años.
–Hablando de coordinadores, se dice que en estas negociaciones que hicieron ustedes está incluida la salida de Damián Zepeda [Vidales] como coordinador de la bancada de los senadores y entra Rafael Moreno Valle, ¿es verdad?
–Mira, lo que desde el principio hubo en este proyecto el fortalecer al partido. Hay que reconocer que caímos en el sentido patrimonialista del partido: ‘el partido yo lo dirijo, es mío y yo hago con él lo que quiera’, y entonces llegamos a excesos como el que el propio presidente nacional se autopropusiera como Senador y luego como coordinador. Claro que hay que revisar esa decisión, ese era un acuerdo desde el principio y desde luego que una de las propuestas, la mejor posicionada, es la de que sea Rafael Moreno Valle el coordinador el grupo de Senadores.
–Hablando del partido, ¿cuál es su diagnóstico de lo que ocurrió el 1 de julio y de este resultado que tuvo el PAN, que es el peor de muchos años?, ¿qué papel jugó Ricardo Anaya [Cortés] en este resultado?
–El diagnóstico que tenemos es que tuvimos un problema serio de unidad. Primero porque el presidente del partido Ricardo Anaya, aunque no lo admitía públicamente, buscaba la candidatura a la Presidencia y quienes querían o tenían esa intención se fueron separando del partido y fue una fisura dentro del PAN, la división y el mal sabor de boca. Pero luego el sistema de centralizar las decisiones y decidir en la Colonia del Valle las candidaturas, a veces mas por amistades que por rentabilidad electoral, hizo que muchos candidatos en el país no fueran acompañados por el partido. Yo recuerdo que fui a acompañar al candidato y había muy pocos miembros del PAN ahí con él; cuando fui al PAN me dijeron ‘no pues que lo vengan apoyar los que lo pusieron, porque a nosotros ni en cuenta nos tomaron’. Muchos de los candidatos de Morena que ganaron salieron del PAN y fortalecieron, no menciono nombres, muchos casos. En Hermosillo alguien que aspiraba a ser la segunda fórmula del Senado por el PAN se fue a Morena y ahora es la Alcaldesa electa. La primera razón es la división y hay que reconocer las causas: que los presidentes no puedan ser candidatos y que las decisiones y las candidaturas se tienen que decidir en los estados por los miembros de los partidos como siempre había sido.
Otra causa que hubo fue que no supimos leer a la sociedad, perdimos comunicación. El PAN se convirtió en un partido que se volteaba a ver el ombligo, pensábamos que teníamos el monopolio de la alternancia y ya no lo tenemos. Tenemos que poner la casa en orden y de inmediato voltear hacia afuera porque México nos va a necesitar. Estamos en una coyuntura con una fuerza monolítica que tiene pocos contrapesos en el Gobierno federal, porque así lo decidieron los electores, pero de todas maneras tiene que tener contrapesos y tenemos que convertirnos en una alternativa ante los proyectos y algunos programas que vayan en contra de los mexicanos y que sean impulsados por el Gobierno.
–¿Cómo vio la dirigencia de Damián Zepeda?, ¿qué tanto influyó en esto que pasó con el PAN?
–Desde luego que sí. Cometimos errores todos, algunos de omisión y otros por acción. Yo sí creo que cometió varios errores, varios excesos de uso de la autoridad; no respetó las reglas. Para atrás se mira para ver las causas no a las personas. Para adelante se mira para corregir la causas.
–¿Qué opina de estos comentarios que dio Gustavo Madero en torno de Ricardo Anaya, que se arrepentía de haberlo apoyado?
–En el PAN conservamos todos el valor superior de apoyar nuestra campaña; se adelantó el procedimiento para elegir la lista de senadores, no se respetó, esa regla. Hubo un consejero que se encadenó a las puertas del partido en protesta por violar este procedimiento, pero quedó y los panistas dijimos: ‘¿nos peleamos ahorita por este tema y raspamos la candidatura de Ricardo Anaya? No, no lo hacemos’. Entonces mantuvimos la unidad del partido, pero tampoco puede ser que permanentemente digamos estas cosas.
–Su diagnóstico de cómo quedó el partido. Ahora que se salió Francisco Búrquez y dijo que estaba a punto de morirse el PAN, ¿cuál es la situación real del PAN a unos meses del 1 de diciembre?
–El PAN tiene 78 años de vida, va a cumplir 79 en pocos días, y a veces por la longevidad que ha tenido pensamos que es eterno y no, no es eterno. El PAN si sigue en un deterioro vamos a pasar a ser un partido irrelevante y cuando los partidos se convierten en irrelevantes desaparecen. Lo primero es que hay ser muy claros: sí puede desaparecer el PAN si no reconocemos nuestros errores y los corregimos. Tampoco estamos aquí al borde del peñasco. Pancho, que es amigo mío, peleaba por que se violaran las reglas del PAN y la elección del presidente se abriera a la sociedad que votara, ese es un tema que nunca se ha usado y él tomó su decisión. La respeto, pero no comparto sus argumentos.
–Quien resulte dirigente Héctor, ¿qué debe de hacer con estos liderazgos que se salieron? Por ejemplo, ¿a Ernesto Cordero le van a regresar su militancia?
–Parte del proyecto del partido es un ambiente de reconciliación y de abrir las puertas a todos los que salieron del partido y que tengan la decisión de regresar. Que sean bienvenidos otra vez al PAN.
–¿Pancho Búrquez, Margarita Zavala entrarían en esta invitación?
–Todos, claro que es una decisión personal. Quienes están en un proceso de expulsión como es el caso de Ernesto Cordero, él todavía tiene instancias jurisdiccionales a donde puede acudir, y una vez que termine este proceso, si el proceso determina que no es expulsado, sigue siendo miembro del PAN. Si el proceso concluyera que confirma la expulsión, hay reglas claras en el PAN de cómo puede regresar.
–¿Qué opina de los otros candidatos como Ernesto Ruffo [Appel]?
–Lo conozco desde antes de que fuera Alcalde en Ensenada, es alguien cercano. Ahorita se presenta hablando en contra de lo que él mismo hizo en apoyo a la gestión anterior, me parece que está en su derecho y el PAN tiene una regla que hay que revisar al futuro, pero que ahorita hay que respetarla: para ir por la presidencia tienes que formar una planilla y esa planilla tiene que juntar 10 por ciento de las firmas, que es un titipuchal; y tener cobertura nacional, tienes que recabar como mil apoyos en 30 estados cuando menos, y esto es una barrera muy alta de brincar. Será muy difícil que la brinque Ernesto Ruffo, independientemente del esfuerzo que haga. Es una regla que le quita un poco de democracia a esto y la tenemos que revisar, porque hace que muy pocos puedan competir.
–¿Manuel Gómez y José Luis Espinoza estarán en la misma situación?
–Sí es la misma circunstancia. Esa es la regla, habrá que revisarla, lo que no podemos hacer es violentar las reglas, porque eso es parte de las causas de la debacle del partido.
–Hablando de la debacle del partido, ¿qué tanto influyó la alianza con el PRD [Partido de la Revolución Democrática] en los resultados que se obtuvieron?
–Mira, el PAN siempre ha sido a favor de las alianzas. En el 86 fuimos en una alianza con todos los partidos de oposición por la gubernatura de Durango, luego fuimos en alianza por la gubernatura de Chihuahua, ahora ganamos con Javier Corral en alianza con casi todos los partidos de oposición. El tema de las alianzas no es ajeno al PAN, parte del problema está en la forma de hacer las cosas, que no se socializó y votamos el proyecto de alianza en el límite; ni modo de hacerle daño al partido y votarlo en contra. Luego los miembros de la permanente se iban dando cuenta que incluía que de los 300 distritos electorales, el PAN presentaba candidatos en 130 y en 170 se los cedíamos, entonces no hubo la socialización, no la abrazamos ni los del PAN, ni los del PRD, ni los de Convergencia.
–Entrevistando a liderazgos del PRI, ellos reconocen que el tema de los gobernadores y sus escándalos les pegó mucho en el resultado que obtuvieron. En el caso del PAN tienen a Guillermo Padrés [Elías]. ¿Qué postura debe tener el PAN en el caso de Guillermo Padrés que se convirtió en un ícono de la corrupción? La comisión Anticorrupción del PAN decidió no expulsarlo y sancionarlo porque dijo que no era militante; pero, ¿qué postura debe de tomar el PAN respecto a Padrés?
–En ese caso y en todos tienen que ser que las instancias jurisdiccionales las que apliquen justicia. Que se respete el derecho de los acusados a defenderse, sobre todo me parece que a veces, particularmente en el caso de Guillermo Padrés, se convirtió en un espectáculo público del actual Gobierno de Sonora. Esas cosas no ayudan a la justicia, los linchamientos públicos. Si tiene faltas, hechos delictivos, debe ser sancionado.
–¿Qué papel debe tener el PAN frente al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador?
–Fundamentalmente debe de ser quien presente en los temas medulares las alternativas diferentes, que comulguen más con los valores de los mexicanos, a los programas que va a presentar López Obrador. Tiene que ser un defensor a ultranza de las libertades, que no se violenten independientemente de la fuerza que le dio el electorado a no tener casi contrapesos. Que respete el sistema político, la división de poderes, las autonomías del Banco de México, de la Suprema Corte [SCJN]. Me parece que no tenemos que caer en la torpeza de criticar a López Obrador por lo que haga, por si hace o no hace, por la manera de caminar; lo que debemos hacer es centrarnos en presentar la alternativa. Por ejemplo será un Gobierno que estará enfocado a ser un estado benefactor, ayudas a los ninis, ayudas aquí y allá. Todos en México hemos vivido la ventaja de tener un Estado que nos apoya temporalmente; tenemos que encontrar las alterativas a programas, como el de los ninis que fomenta más la permanencia en ese estado que una ayuda que sea temporal.
–¿Qué tipo de oposición debe de ser?, ¿una oposición férrea? Como quizás fue Morena cuando era minoría que votaba todo en contra y que fue una oposición muy radical, ¿o una oposición conciliadora?
–No debemos de criticar ni oponernos a todo lo que haga, perdemos fuerza. Entonces la gente va a decir ‘esos nomás se oponen’. Lo que tenemos que presentar son las alternativas, solamente tenemos que ser muy férreos cuando son temas centrales, de nuestras libertades y sistema político. Me parece que ahí, lo demás es el Jefe del Ejecutivo y hay temas que son de lógica. En lo personal no me he metido a criticar sobre el aeropuerto. Me parece que en el fondo sería una estupidez cancelarlo, pero si lo cancela es un tema que va afectar a México. Si vive en Los Pinos o no, en esas cosas no debemos de caer en la tentación de estar criticando todo y guardar nuestras energías para los temas centrales. Por otro lado, nuestra presencia en el congreso es irrelevante en votos, porque ni aliados con toda la oposición ganamos una votación, de manera que nuestros votos no son los que valen, van a valer nuestras voces.
–Hablando del Congreso, ¿qué opina de que Morena está presidiendo todo? En la Cámara de Diputados la Jucopo [Junta de Coordinación Política] y la Mesa Directiva. Hay voces de la oposición que dicen que esto no se puede por la Ley; sin embargo, se está haciendo. ¿Qué opina de esto y del proyecto de austeridad?
–En la Cámara de Diputados la Ley establece que cuando un partido tiene la mayoría absoluta preside la Junta de Coordinación los tres años. No recuerdo la regla, pero creo que sí. Obliga que la Mesa Directiva sí se comparta, es un tema que deberá discutirse en su momento. Los de Morena o eran del PRI o eran del PRD, y cuando eran del PRD la Ley no les daba derechos a presidir al Senado, y presidió el Senado [Miguel Ángel] Barbosa, [Carlos] Navarrete; la generosidad que ellos pidieron cuando estaban en el PRD, ahora tendrán que aplicarla aún cuando un partido no alcance, un gesto de pluralidad ayudaría. No lo están dando desde luego. En el tema de los recortes hay una combinación de dos cosas: ciertamente había muchos excesos, pero se concentraban más en quienes dirigían los grupos parlamentarios y creo que eso es muy sano que se recorte. Me tocó dirigir la Cámara de Diputados del 2006 al 2009 y cuando salimos el presupuesto se duplicó. Si había una cantidad enorme de excesos y que bueno que se corrijan. También hay excesos en lo que están haciendo: se está corriendo a personal técnico que tenía años que son finalmente los que meten la parte técnica al trabajo que se hace en el Congreso. Hay servicios que no le cuestan al Senado; han criticado mucho la peluquería, pero al peluquero no le pagan, simplemente tiene un espacio, y quien quiere hacer uso del peluquero va y le paga, lo mismo del salón de belleza que para las mujeres es más importante, para quienes vienen de fuera, llegan temprano y tienen la necesidad de peinarse. Yo fui Diputado local en el 97 y entonces de sueldo ganaba 8 mil pesos mensuales y no me alcanzaba para vivir, tenía que andar haciendo otras cosas. Pero veía a mis compañeros que desde el Gobierno les daban lana. Yo creo que como todos estos vienen del PRI antiguo, pues a lo mejor quieren volver a ese esquema: tratar de domesticar a la oposición y decirle te cortamos en la nómina, pero vota con nosotros. No lo sé, no tengo nada para señalar, pero me tocó verlo en el pasado.
–Viendo hacia 2021, en las elecciones intermedias, ¿cómo se debe diferenciar el PAN del PRI, que aunque quedó disminuido es una fuerza opositora, para competirle a Morena que también irá por todo?
–Fundamentalmente tenemos que buscar a personas idóneas como candidatos. Mucha gente habla de que hubo un tsunami en los resultados electorales y los tsunamis inundan todo. Si tu volteas y ves a la ciudad de Mérida, ahí ganamos todo, tanto que nos dio para ganar la gubernatura. En Chihuahua, en la capital, ganamos con el 54 por ciento de los votos. Si volteas a San Luis Potosí ganamos la alcaldía. En Guanajuato es una verdadera isla. Me parece que hay que estudiar qué características presentamos en esos lugares que fueron capaces de atraer el electorado, y se trata de candidatos y candidatas probados muy buenos. Necesitamos irnos por ese camino.
–¿Qué tanto puede ser un obstáculo estos coordinadores que está proponiendo AMLO en los estado? Dicen académicos y miembros de la oposición que tienen un perfil electoral, pues ya han sido candidatos a gobernadores como Delfina [Gómez Álvarez], candidatos a alcaldías o dirigentes de Morena?
–La verdad es que esta nueva administración todos los días sale en los medios y a veces dices una cosa y luego se desdice, no queda clara cuál será la función específica para determinar si es legal o no. Puede ser una invasión que la Constitución prohíbe, las autoridades intermedias, no lo sé, porque no queda claro. Hay que esperar los cambios que quieren hacerle a la Ley, que los harán próximamente porque tienen la mayoría para hacerlo, pero si hay violación a la Constitución todos los gobernadores tienen la instancia jurisdiccional que corresponde.