Iván Flores/nvinoticias.com
«¡Diego, Diego, Diego!», fue el grito que al unísono más de 8 mil 200 aficionados gritaron cuando el entrenador de Dorados de Culiacán, Diego Armando Maradona pisó el césped del estadio de los Alebrijes de Oaxaca.
Desde las 15 horas de este sábado se dieron cita los primeros aficionados al coloso de la Calzada Tecnológico, muchos de ellos con la playera de la Albiceleste y el 10 pegado a la espalda.
Cuatro horas después el silbante Aldo Canó pitó el inicio del cotejo correspondiente a la fecha 9 de la Liga de Ascenso Mx, entre el Gran Pez y los Hombres de Copal. Tiempo suficiente para que los papás le explicaran a sus hijos quién es ese futbolista de 57 años y un metro 65 centímetros de estatura que fue capaz de paralizar al mundo con una zurda prodigiosa.
«No necesitaba tanto físico como tu Cr7, él sólo tenía magia en los pies y es el mejor 10 de la historia», le explicó un veterano a su nieto luego de que el pequeño preguntó acerca del ex capitán de la selección Argentina. Acto seguido el señor señaló al centro del campo y cambió el tema, pues sintió que cumplió con la transmisión del legado.
Conjunto deportivo, gorra y tenis obscuros, fue la armadura con la que el campeón del mundo en «México 86» salió al terreno de juego, con la mano derecha sujetando su muñeca izquierda mientras sus brazos descansaron en la parte posterior de su cuerpo.
El encuentro estuvo disputado en medio campo por la posesión del esférico, hasta que al minuto 26′ Emilio Sánchez, demostró porque es el camiseta número 10 y mandó el balón al fondo de las redes tras una triangulacion que puso de pie a los asistentes.
El Pelusa desesperó, aplaudió, sacudió sus brazos y puso a calentar a sus jugadores, los primeros 45 minutos terminaron.
Para la segunda mitad los pupilos de Ricardo Rayas, tuvieron oportunidad de liquidar el partido pero los aciertos de la defensa y el la buena actuación del arquero de Dorados mantuvieron con vida a los visitantes hasta el último minuto.
Una vez más, el jugador surgido de los «Cebollitas», salió a su área técnica, habló con su asistente exhaló y movió la cabeza de forma negativa a manera de reprobación ante el actuar de sus jugadores en la cancha.
El Diego se dio tiempo para señalar a un aficionado que portó una bufanda del «Nápoli» de Italia, equipo que aún lo considera una deidad.
Cinco minutos antes de que terminara el partido se armó un conato de violencia, tras una falta del conjunto local, ni tardo ni perezoso Maradona corrió para intervenir y sacar la cara por sus discípulos, sin embargo los hombres de negro detuvieron al D10s del fútbol con la capacidad de tener una iglesia que lleva su nombre.
Él árbitro indicó el término del juego tras cinco minutos de compensación y los jugadores armaron una bronca atrás de la portería pegada a los vestidores, la seguridad descuidó los accesos a gradas y un expontaneo logró abrazar al Pelusa. El invasor fue sacado por la policía.
Pocos saben que tras el juego Alebrijes llegó a 12 puntos y se mantiene en zona de calificación mientras Dorados es 12 de la tabla con apenas seis unidades, pues ahora el tema de la semana, el café y el brindis para los amantes del balompie es y será su encuentro con D10s.