NATHALIE GÓMEZ/@Nathalie_fx
Huajuapan de León, Oax.- Principalmente con el argumento de que es un invento del gobierno, personal del ayuntamiento de Huajuapan ha sido ignorado, insultado y amenazado por recordar las recomendaciones para combatir el Covid-19.
Los funcionarios, han sido designados para estar en áreas de mayor aglomeración en la ciudad, y pedirle a la población el uso de cubrebocas, que guarden su distancia entre una persona y otra, que no salgan familias completas a hacer compras, el lavado constante de manos, por mencionar algunas.
El testimonio que uno de estos trabajadores comparte, va acompañado de tristeza, impotencia, coraje:
«Fuimos seleccionados por tener cualidades y habilidades para un acercamiento social en esta ciudad, me gusta mi profesión y cada día la hago lo dedicación y calidad, pero nuestra labor en los últimos meses se concentra en promover el uso del cubrebocas, protector facial y guantes si es posible», dijo.
Expuso que por varios medios ha visto opiniones sobre personas de las comunidades cercanas que llegan a Huajuapan, a cobrar sus remesas y apoyos federales, sin embargo, ha visto que ellos han sido obedientes de las disposiciones municipales ante la pandemia, hacen lo posible por comprar su cubrebocas y guardar su sana distancia cuando se les hace la invitación.
Sin embargo, externó que la respuesta es muy diferente con la población que radica en esta ciudad de Huajuapan y algunos visitantes que regresaron de otros estados o del vecino país del norte.
“Da coraje y rabia, pues es muy recurrente que, al acercarme a ellos y explicarles que tenemos obligaciones que atender ante esta pandemia y que, por lo menos, deben de portar su cubrebocas por el bien de todos, su reacción es amenazante, desafiante argumentando que sólo son inventos del gobierno y que no piensan obedecer, que hagamos lo que queramos», explicó.
A nombre de sus compañeros, compartió que tiene sentimientos encontrados al llegar a su hogar y ver cómo su hija, de apenas un año y medio de edad, corre hacia él para abrazarlo y darle la bienvenida, pero no la puede recibir de la misma forma.
Como funcionario y después de exponerse en zonas de mayor aglomeración, con gente consciente y mucha otra, desobediente, explicó que antes de entrar a su hogar se quita el uniforme, deja su equipo de protección y se lava bien las manos y cara, “para después poder abrazar a mi familia y dar gracias a Dios que regrese un día más a su lado”.
“La verdad es que siento rabia e impotencia al pedirle a mi propia hija que no me abrace en ese momento, que se aleje de mí y me espere unos minutos, sé que mi hija no lo comprende por su edad, mi esposa sí, y sabe que después de haber terminado mi turno, es necesario hacer todo eso por su protección”, explicó.
“Posiblemente, un día seré contagiado por una de esas personas que desobedecen las recomendaciones, me da miedo pensar que también pueda contagiar a mi propia familia. Sabemos que el autor intelectual se llama Covid-19 y que se apoya de muchos autores materiales que se dedican a propagarlo sin saben a cuantas familias van a desintegrar y que una de esas familias pudiera ser la mía, la nuestra, la de los que estamos, desde el área de seguridad, al frente también de esta batalla”, concluyó.