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Conflicto impide detonar atractivo turístico de Guadalupe Chindúa

Nathalie Gómez/ @Nathalie_fx

Guadalupe Chindúa, Oax.- El balneario de Guadalupe, comunidad perteneciente a San Francisco Chindúa, que para las y los pobladores podría ser un importante atractivo turístico, no se ha podido impulsar debido a que existen conflictos entre la agencia y la cabecera municipal.

Este lugar se ubica en el denominado ojo de agua o manantial, cuya alberca la comenzaron a hacer en 1965, cuando se hizo la presa del lugar.

Mario Guzmán Manuel, agente municipal de Guadalupe Chindúa, del distrito de Nochixtlán, dio a conocer que ese entonces, “los trabajadores laboraban dos horas en la tarde y por tequio, desde entonces se comenzó a impulsar este lugar y en el 2007 se hizo un chapoteadero, y los demás en el 2012”.

Todos los trabajos se han hecho con los recursos que se recaban en el lugar por la gente que llega a disfrutar de él, cuya característica principal es que el agua emerge de un ojito que se encuentra ahí.

La administración del lugar está a cargo de la agencia municipal a través de sus policías, quienes van un día por semana cada uno a cobrar a quienes acuden; el cobro por persona es de 20 pesos.

El lugar se lava cada ocho días y los pobladores de Guadalupe Chindúa aprovechan para vender comida, bebidas, frituras todos los sábados y domingos.

Por el momento no se cuenta con algún lugar para quedarse a pernoctar, pero eso no ha sido impedimento para que, a esta comunidad mixteca, llegue gente de todo el estado de Oaxaca, y de algunas otras entidades.

Es por ello que los pobladores han pretendido impulsar más el lugar, hacerle las inversiones posibles, que haya más servicios que ofrecerle a los visitantes, pero un problema los ha detenido desde hace varios años, que aseguran que el municipio no les da la firma correspondiente o la clave que deben ingresar en algunas dependencias para que puedan acceder a recursos económicos.

SE ESCAPAN RECURSOS

“Se propuso un proyecto en el 2008 con la Secretaría de Turismo, tenemos un anteproyecto donde se establecían las áreas de restaurante, un lugar para que se quedaran, señalética, sanitarios, etcétera, pero no contamos con recursos, en ese entonces se hablaba de 35 millones de pesos los que se requerían, pero los trabajos se iban a hacer por etapas”, enfatizó.

En ese mismo 2008, agregó, se había aprobado por parte de Turismo y la gestión que se había hecho, un recurso de 2 millones de pesos para comenzar los trabajos: “Sin embargo, un presidente municipal no nos quiso firmar, así que se tuvo que retirar ese dinero, se regresó a la Federación, cuando ya estaba destinado para esta comunidad”.

“Es el problema que tenemos con el municipio, de que no nos dan los recursos que realmente nos corresponden como comunidad, aunque hemos impugnado, hemos ido al Congreso, a la Secretaría General de Gobierno (Segego), el gobierno sólo apoya a los presidentes y entonces no hemos encontrado ningún respaldo de nadie”, abundó.

En busca de las posibles soluciones, dijo que se trató también de buscar una mesa de diálogo con el gobernador del estado, Alejandro Murat Hinojosa, pero no les han dicho si se hará o cuándo.

Por lo pronto, los representantes de 480 pobladores de Guadalupe Chindúa, esperan ser atendidos y que se busquen las posibles soluciones pues esto podría aumentar la afluencia de visitantes que actualmente es de 20 personas al día, con hasta 200 los sábados y domingos y en días festivos la cifra llega a 500.

RIQUEZA HISTÓRICA

Es de resaltar que el ojo se encuentra en inmediaciones de unas ruinas que formaron parte de una hacienda de los españoles, conocida en la zona como La hacienda de Dolores, donde hubo incluso molinos de agua, que junto con la del Rosario era de un solo dueño.

Aunque muchos de los parajes de esta comunidad aún tienen nombres en mixteco, la lengua en sí ya se perdió, hace alrededor de 40 o 50 años fallecieron los últimos hablantes de la lengua indígena, informó la autoridad.

En esta comunidad, la principal actividad económica de los adultos es el campo, los jóvenes se dedican sobre todo a la albañilería y las mujeres también van al cultivo de maíz o frijol, realizan los quehaceres de la casa y algunas acuden a trabajar a Asunción Nochixtlán.

“Ojalá que las autoridades nos hagan caso con los problemas que tenemos con el municipio, eso ayudaría mucho al desarrollo de la comunidad que tanto lo necesita”, concluyó Mario Guzmán.

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