• Vie. Abr 26th, 2024

Denuncia putleca anomalías en investigación por violencia sexual

  • Le negaron medicamentos en Hospital, la revisión física fue en un escritorio y agresores están libres

 

#Juchitán 11 Feb (#Istmopress) – Amanda C.J. es una joven de 24 años de edad que vive en Putla Oaxaca y que hace 60 días, el 2 de diciembre del 2020 sufrió violencia sexual y lo que exige es justicia, en el hospital de su localidad llamado “30 camas” le negaron los medicamentos para evitar un embarazo o una enfermedad de transmisión sexual, los agentes de justicia la revictimizaron y culparon por “andar altas horas de la noche” y su revisión física y medica, fue en un escritorio.

Esta joven asegura que sus agresores siguen libres a pesar de la denuncia que interpuso el 4 de diciembre ante las autoridades de justicia de la Vicefiscalía de la Mixteca, pero nada se ha hecho, y pareciera que no hay investigación al respecto.

Amanda salió de su casa el 2 de diciembre junto con un primo y fueron a un bar, ahí recibió una cortesía de dos bebidas de parte de un grupo de amigos y que de acuerdo a los resultados de laboratorio que le practicaron estaban adulterados y provocaron que perdiera el conocimiento, fue llevada sin su consentimiento a sitios que no recuerda y finalmente apareció al día siguiente por la mañana, el 3 de diciembre, con una agresión sexual.

La joven, quién es diseñadora grafica y dueña de un negocio familiar asegura que no puede guardar silencio ante esta violación que sufrió, pues las autoridades de justicia lejos de apoyarla y brindarle ayuda, la revictimizaron y además no hay avances para detener a los culpables.

Amanda explica que lo más desagradable que ha vivido es ser revisada físicamente después de ser victima de violencia sexual en un “escritorio”.

“La perito que es una médico y que llegó de Tlaxiaco se disculpó conmigo y me pidió autorización para revisarme en un escritorio el 4 de diciembre, pero no había otra opción y accedí, lo que yo quería era acabar con ese martirio de levantar una denuncia, que es un trámite sumamente burocrático, entonces me dijeron que a pesar de que ellas han solicitado adecuadas instalaciones, no lo hay, y eso sí, que es lamentable”.

Su desesperación es tanta al ver la impunidad que gozan esas personas que la agredieron sexualmente que decidió contar y narrar su caso a través de las redes sociales y pedir ayuda, por que de lo contrario quedará en una estadística más de la impunidad.

“Me dicen que guarde silencio y secrecía para no entorpecer la investigación, pero esto no puede seguir así, y lo denuncié en redes sociales, ahora ya todos saben lo que me paso y no me importa, lo que exijo es justicia, porque se trata de dos personas, dos jóvenes que por lo que sé, han sido identificados por otras mujeres, por otras chicas

También dijo que los presuntos culpables- que son dos jóvenes- tienen denuncias, pues otras jóvenes al conocer su caso le dijeron que ellas también fueron víctimas de ellos, algunas han denunciado y otras por miedo se han callado.

Amanda le duele todo lo que vive, porque su caso ya es público, pero lo que añora ahora es justicia y que los agentes de justicia dejen de informar a los involucrados de lo que ocurre.

“Sé de fuentes cercanas que ellos mismos, los agentes dicen y cuentan lo que estoy haciendo, entonces tengo miedo, mucho miedo, hago un llamado al Fiscal de Oaxaca para que nos escuche, nos tome en cuenta y resuelva mi caso y el de muchas mujeres más”, concluyó.

Según la Plataforma de Violencia Feminicida en Oaxaca reflejan que del total de mujeres que han sido víctimas de delitos sexuales -329 casos del 01 de diciembre a la fecha-, el 11% eran estudiantes (37 casos).

De acuerdo con la organización feminista, el 46% de as agresiones sexuales a estudiantes suceden en la calle o la comunidad (17 casos); 35% ocurre en la escuela o espacios escolarizados (13 casos); 14% se registra en la casa (5 casos) y 5% ha ocurrido en el trabajo (2 casos).

Los datos revelan que 73% de las mujeres estudiantes que han sido víctimas de violencia sexual son niñas y adolescentes que se ubican en el rango de los 4 a 17 años de edad (27 casos).

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress
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