NATHALIE GÓMEZ/@Nathalie_fx
Huajuapan de León, Oax.- “El profesional de la salud tiene una responsabilidad muy grande, saber desde qué punto se puede apoyar a un enfermo alcohólico, a sus familiares, a una agrupación, porque no debemos aferrarnos a que solamente los conocimientos que tenemos son los que pueden ayudar a alguien para reducir el índice de consumo de alcohol y sobre todo, mejorar la calidad de vida de los enfermos”.
Así lo consideró Alejandra Rosas Soriano, licenciada en psicología, al destacar que la enfermedad del alcoholismo involucra a todos los sectores de la población.
“Se puede prevenir debe la instancia primaria del ser humano que es la familia, porque el problema no empieza desde la adolescencia sino antes y afecta en cualquier profesión, por lo que es necesario saber como profesionales a dónde canalizar a quien lo requiera, acercarse a alguna agrupación para el tratamiento del alcoholismo2, dijo.
Invitó a las y los profesionistas a leer la literatura de AA que son recursos muy valiosos para apoyar a la población ya que cada persona, tiene por lo menos, tres familiares que padecen en cierto grado con esta enfermedad.
El alcoholismo no es una enfermedad que se cure sino que se va tratando y sobrellevando, resaltó, en donde el apoyo de los grupos de Alcohólicos Anónimos es muy importante para tener una vida más digna.
“Se puede dar la batalla por perdida o recurrir a alcohólicos anónimos. A veces se tiene la equívoca idea de que lo más bajo en lo que puede caer una persona es llegar a un grupo de Alcohólicos Anónimos, cuando es mil veces mejor poder encontrarnos en un lugar así que hacerlo en la cárcel, en un hospital o asistir a un funeral”, destacó.
No obstante, “difícilmente un profesional de la salud mental, es decir, un psicólogo, psiquiatra o psicoterapeuta que no haya tenido este acercamiento con la enfermedad del alcoholismo, va a poder ayudar a alguien que lo necesite, por eso es necesario reconocer nuestras capacidades y nuestras limitantes”, expresó.
Preguntó cómo sería una sociedad en la que los representantes de los diversos sectores sociales, organizativos, educativos, incluso empresariales, tuvieran la información de dónde canalizar a las personas enfermas de alcoholismo, incluso en la fase preventiva.
Desafortunadamente en la Mixteca, hay muchos menos grupos de Al-Anon (de familiares y amigos afectados sobre todo emocionalmente por personas alcohólicas) que de AA, “es muy importante promover que también existen estos grupos de ayuda valiosísima”.
