Ciudad de 6 de septiembre (SinEmbargo).– La Fiscalía General del Estado de Veracruzconfirmó la existencia de fosas clandestinasen donde se enterraron al menos 166 cadáveres en la zona centro de Veracruz.
El Fiscal General Jorge Winckler Ortiz detalló que desde el pasado 8 de agosto se inició con la inspección en la zona en donde se encontraron más de 200 prendas de vestir, 114 identificaciones, así como otros accesorios y artefactos personales.
Hasta el momento se han recuperado 166 cráneos y 32 fosas han sido detectadas.
El lugar exacto de los entierros ilegales no fue revelado por razones de seguridad.
“Se exhorta a todas las personas que tienen un familiar desaparecido y que aún no han presentado denuncia a acercarse a la Fiscalía General del Estado para tomar muestras para la creación de perfiles genéticos”, solicitó el funcionario veracruzano.
El funcionario explicó que el hallazgo derivó del testimonio de una persona que dio detalles sobre el entierro clandestino y afirmó que, de acuerdo con los estudios, los restos tendrían al menos dos años de haber sido inhumados.
“A principios del mes de agosto del año en curso, la Fiscalía Especializada para la Atención Denuncias Personas Desaparecidas, a través de actos de investigación, logró identificar y obtener testimonio de una persona que señaló un punto específico en zona centro del estado de Veracruz donde habían sido inhumados de manera clandestina cientos de personas”, dijo Winckler.
Este cementerio clandestino hasta este momento es el segundo más grande en la entidad. El primero es el conocido como Colinas de Santa Fe en el puerto de Veracruz, de donde se recuperaron 299 cuerpos.
El pasado mes de agosto, colectivo Solecito, integrado por familiares de personas desaparecidas de Veracruz, denunciaron la existencia de una fosa clandestina en la que podrían haber más de 500 cuerpos, según un mapa que presuntos criminales le entregaron a las mujeres de manera anónima.
Aún no está claro si es la misma que se reportó este día.
La nueva fosa se localizaría a 5 kilómetros de la zona conocida como Colinas de Santa Fe.
El terreno de Colinas de Santa Fe fue usado para desaparecer cuerpos en tiempos del Gobierno de Javier Duarte de Ochoa, quien hoy está preso por presunta corrupción y también es acusado por las desapariciones forzadas cometidas durante su gestión.
La manera en que las familias fueron alertadas de la megafosa de Colinas de Santa Fe fue similar a la más reciente: en mayo de 2016, dos sujetos se acercaron a un grupo de madres de víctimas que protestaban frente al edificio del Poder Judicial del Estado y les entregaron un pequeño mapa dibujado a mano. En el croquis se detallaba la ubicación de cementerio ilegal en una brecha junto al fraccionamiento Colinas de Santa Fe.
Tras el anuncio, el Colectivo Solecito organizó un grupo de rastreo y no ha dejado de desenterrar cadáveres de ese lugar, pese a contar con recursos limitados para poder laborar.
Las madres y otros colectivos han inventado su propios métodos para identificar fosas clandestinas: entierran una varilla de metal y la sacan para detectar el olor característico de un cuerpo en descomposición.
Cerca de donde se ubicaría la nueva fosa se localiza una carretera que sirve para desahogar el tráfico pesado en el puerto de Veracruz, y que se dirige a la zona portuaria. El lugar, donde hay numerosas brechas y el terreno está cubierto de vegetación, ha sido escenario de hechos criminales.