A finales de la década de 1970, AMLO dirigió el Instituto Nacional Indigenista (INI) en Tabasco y, posteriormente, el PRI en el mismo estado. Foto: Eloy Valtierra, Cuartoscuro
Por Eduard Ribas i Admetlla
México, 16 de abril (EFE).- Un político calculador de convicciones socialistas que movió varios hilos para acercar el Partido Revolucionario Institucional (PRI) al comunismo desde la dirección estatal de la agrupación política en el estado mexicano de Tabasco.
Esta es la imagen que se desprende del actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante sus años de militancia en el entonces gobernante PRI, según documentos del espionaje mexicano realizados entre 1979 y 1983 que fueron desclasificados este martes.
Las páginas del expediente público de López Obrador, resguardadas en el Archivo Nacional de la Nación y divulgadas este martes, ponen de manifiesto las inquietudes del Gobierno federal y de su propio partido ante sus actividades políticas en el suroriental estado de Tabasco.
La Dirección Federal de Seguridad (DFS), la agencia de espionaje del Gobierno mexicano, vigiló de cerca al político, que a finales de la década de 1970 dirigió el Instituto Nacional Indigenista (INI) en Tabasco y, posteriormente, el PRI en el mismo estado.
En varios informes sobre López Obrador, los espías lo definieron como un “simpatizante” del Partido Socialista Unificado de México (PSUM) y expusieron el contenido de reuniones privadas que mantenía con líderes campesinos para abordar planes de desarrollo de carreteras y potabilización de agua en el estado.
En la dirección tabasqueña del INI, López Obrador se rodeó de personal perteneciente a “organizaciones políticas” estatales, sobre todo del PSUM, reveló un informe fechado el 21 de julio de 1983.
“Todos ellos nunca promovieron organización para el desarrollo de la agricultura, sino que únicamente se dedicaron a politizar a los campesinos bajo la organización marxista-leninista”, añade.
Este cable, firmado bajo las siglas “arb”, afirma que López Obrador promovió “el intercambio tecnológico con el Gobierno de Cuba”, una acción que fue coordinada con el entonces gobernador de Tabasco, el priista Leandro Rovirosa (1977-1982).
“El Gobierno cubano envió técnicos a Nacajuca (Tabasco) para que asumieran la responsabilidad de casas que resultaran módicas y, a cambio, el INI envió a campesinos para que visitaran solamente La Habana ya que los campesinos enviados no sabían nada de técnicas”, según la DFS.
La inteligencia mexicana llegó incluso a estudiar también la vida personal del político, de quien destacó que en esa época “pudo lograr la compra de una finca rústica ubicada en las cercanías de Palenque (Chiapas)” y contaba con “ganado de alto registro” en el rancho de sus tíos.
Pero las inquietudes de la DFS se incrementaron cuando en 1983 López Obrador asumió la dirección del PRI de Tabasco, cargo desde el cual se dedicó a “imprimir orientaciones políticas a los cuadros priistas en los municipios”.
“López Obrador, quien por ser de filiación comunista, pretendía debilitar al PRI en las próximas elecciones para diputados locales y alcaldes y meter gente del PSUM”, sostenía la DFS en 1983.
Mientras las suspicacias aumentaban en el Gobierno mexicano, controlado por el PRI entre 1929 y 2000, también crecieron en el seno del partido comunista, donde llegaron a considerar a López Obrador como un “traidor”.
En un informe de la DFS, se expone que en el seno del PSUM de Tabasco las opiniones estaban divididas: “Unos dicen que la actitud del Presidente del PRI, Andrés Manuel López Obrador, es totalmente contraria al PSUM, otros dicen que se trata de hacer más progresista y revolucionario al PRI”.
En una reunión de dirigentes del PSUM, su coordinador en Tabasco y Chiapas, Rodolfo Lira, opinó que López Obrador era “un traidor al PSUM y a la clase marginada”.
“Este político sin ideología definida no es más que un mecanismo utilizado por el presente régimen del Gobierno estatal para restarle fuerzas al partido de oposición más importante”, aseveró, según la DFS.
López Obrador dejó el PRI en 1983, participó en la fundación del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y se convirtió en jefe de Gobierno del Distrito Federal, actualmente Ciudad de México, en el año 2000.
Tras fracasar en los comicios presidenciales del 2006 y 2012 -y denunciar fraude electoral- López Obrador ganó los comicios del 1 de julio de 2018 con Morena, una nueva marca electoral hecha a su medida.
La DFS fue creada bajo la presidencia de Miguel Alemán (1946-1952) y sustituida en 1989 por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
López Obrador, que asumió el cargo el pasado 1 de diciembre, cerró el Cisen para acabar con el espionaje político del que él mismo había sido víctima.
El director de asuntos jurídicos del archivo nacional, Marco Palafox, informó este lunes que tienen resguardadas 4.223 cajas con cerca de 7 u 8 millones de documentos de la DFS.
Palafox aseguró que puede “salir más información” sobre López Obrador porque todavía se están identificando todos los documentos.