Nathalie Gómez/@Nathalie_fx
Huajuapan de León, Oax.- Denise B. G., mujer originaria de esta región Mixteca, denunció a E. A. S. M., por ser deudor alimentario. Él trabaja en el Colegio de Bachilleres del Estado de Oaxaca (Cobao) plantel El Tule, “al amparo y cobijo de la directora general, la directora académica y bajo recomendación de su padrino político”.
“Todo inició en marzo de 2020, cuando le comuniqué el embarazo a mi entonces pareja y padre de mi hija. Él nos abandonó, sin hacerse cargo de nada de la gestación, nacimiento y parto”, informó.
En 2021, inició un proceso familiar en el Distrito Judicial del Centro, Oaxaca, de reconocimiento y pensión alimenticia.
Ya se logró el reconocimiento el año pasado, “pero el problema es la pensión provisional porque, como es abogado independiente y trabaja con varias notarías, agencias inmobiliarias y despachos, se pretende declarar insolvente diciendo que no puede pagar la pensión fijada por la jueza familiar”.
“A los 10 días de notificada la pensión provisional en favor de mi hija, él consiguió un trabajo en el COBAO plantel «El Tule» al amparo y cobijo de la directora general, la directora académica y bajo recomendación de su padrino político el ex titular del IFREO”, dijo.
Añadió: “Su situación económica es muy buena, incluso puedo decir que muy buena para el ingreso que él pretende decir que tiene mes con mes, pues cuenta con varios vehículos último modelo y una vida muy ostentosa”.
Actualmente, la menor tiene dos años con seis meses de edad, está a su cargo totalmente desde su gestación y el padre no ha querido convivir con ella.
“Yo sola he tenido que lidiar desde el embarazo con los gastos que ello implica, afortunadamente tengo un trabajo asalariado, pero no me es suficiente para continuar costeando la vida de mi hija por cuenta propia, aunado al desgaste económico, físico y mental que han conllevado los procesos judiciales que he tenido que iniciar para que él se haga responsable de lo que le corresponde”, destacó.
Además, señaló que no cuenta con una red de apoyo cercana pues su familia se encuentra en la Mixteca y ella radica en la capital del estado.
“Aquí he tenido que pagar guardería privada que me cuide a mi hija con la finalidad de no descuidar mi empleo, ya que es la fuente principal de mis ingresos, tengo una tienda en línea de ropa de bebé, pero por la falta de tiempo casi no le doy movilidad, muchas veces tuve que pedir prestado a amistades y conocidos para cubrir gastos adicionales de mi hija, sobre todo cuando se enferma”, compartió Denise.
El ser madre autónoma ha tenido también repercusiones en su trabajo, donde ha tenido que dejar de lado su capacitación y actualización constante.
“Porque sola me hago cargo de mi hija, sin el apoyo de él, a pesar de que le he insistido que me gustaría que ella conviviera con él y su familia paterna, pues tampoco he tenido éxito en el acercamiento con ellos”, lamentó.
A casi dos años del proceso legal iniciado en su contra, apenas se está iniciando el tema de pensión alimenticia provisional, y confiesa que se destapó el problema porque cortó toda comunicación con ella y cambió sus vehículos de propietario para declararse insolvente.
Incluso, “con la finalidad de aparentar que no tiene dinero, hasta pidió préstamo para, según él, cumplir con su obligación, pero la verdad es que solo está evadiendo su responsabilidad”.
“No he tenido acercamiento de parte de él, para llegar a un acuerdo favorable, está poniendo muchos pretextos y excusas para cumplir con sus obligaciones como padre de mi hija, tanto la económica como la afectiva. Todo el tiempo de vida que ella tiene, solo la ha visto en tres ocasiones y por no más de cinco minutos”.
Ante ello, pidió a las autoridades competentes “que resuelvan conforme a los derechos de mi hija; que la justicia realmente sea expedita, conforme a una realidad social en donde hay muchísimos casos de hombres irresponsables que desafortunadamente se amparan en los procesos judiciales y tiempos para nunca cumplir.
Esto, ya que así se hace doblemente desgastante para las mujeres autónomas el recibir justicia, porque no sólo tienen que lidiar con el cuidado de los hijos e hijas, sino también con trámites burocráticos y procesos judiciales largos y costosos, con fiscalías que aunque son especializadas en su mayoría, no son expeditas. Es toda una violencia sistemática e institucional que las mujeres deben atravesar para hacer efectivos los derechos de sus hijos”.