El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió las quejas de los pobladores a su llegada al municipio de Centla, en Tabasco, quienes acusaron la falta empleos en 40 comunidades «abandonadas».
En la localidad de Quintín Aráuz, los habitantes también denunciaron que no hay puentes ni universidades.
Manuel, vecino de Centla, dijo que no se tienen «fuente de trabajo para mantener a nuestros hijos en la ciudad, sólo la agricultura, el pozol y la tortilla; se acabó la pesca, no hay trabajo, no hay nada».
Se trata de una comunidad ubicada a seis minutos tras atravesar el río Usumacinta arriba de una panga, la última que queda en Tabasco, en donde el Presidente mantendrá un diálogo con el pueblo chontal.
Rubisel aseguró que los programas sociales no llegan o se tardan, «hasta ahorita porque viene el Presidente se están interesando; están haciendo una obra mal hecha, lo que queremos es que se vigile a fondo porque se llevaron una millonada de pesos».
Se refiere a la obra de la carretera «que va del entronque de la panga a la planta de agua potable, alrededor de tres kilómetros». Sin embargo, los jóvenes de Quintín Aráuz, que es una isla de alrededor de seis mil personas, se dijeron contentos porque «es la primera vez que llega un presidente», aunque tres adultos mayores los desmintieron al afirmar que «es el segundo, el otro fue (Carlos) Salinas de Gortari que llegó en helicóptero».
López Obrador llegó a Centla en medio de la celebración de un funeral en donde se darán tamales de gallo, pozol y cacao.