Daniela Pastrana @danielapastrana | Periodistas de a Pie
Pasamos enero con saldo blanco. Luego pasó febrero. Tranquilos, sin los sobresaltos de los años anteriores, en los que apenas arrancaba el año y ya sumábamos compañeros caídos: Gregorio Jiménez de la Cruz, Moisés Sánchez, Marcos Hernández Bautista, Anabel Flores… de hecho, lo más duro del arranque de este 2017 había sido comprobar lo fácil que se nos borra la memoria. Que los aniversarios de sus asesinatos apenas merecieron algunas menciones en el Facebook.
Pero llegó marzo y despertó al monstruo. El primero en caer fue Cecilio Pineda, un reportero de Tierra Caliente, en Guerrero, al que el Mecanismo Federal de Protección a Defensores y Periodistas le quitó hace seis meses las medidas de protección que tenía porque su riesgo había bajado y porque no se quiso desplazar a un refugio de la Ciudad de México.
Dieciocho días después fue Ricardo Monlui, en Córdoba, Veracruz. Otra vez Veracruz, el lugar del planeta en el que más periodistas han muerto en la última década. Y ahora que ya no está Javier Duarte para echarle la culpa, el primero de la cuenta del “nuevo” gobierno de Veracruz.
Y ahora, Miroslava Breach, una institución del periodismo de Chihuahua, donde cubrió desde las batallas por la democracia de 1986 hasta los abusos del Ejército en la sierra Tarahumara. Muchos la leímos durante años como corresponsal de La Jornada.
Continúa leyendo en:
http://pagina3.mx/2017/03/senores-del-mecanismo-de-proteccion-ya-despierten/