**Vivían en condiciones críticas por falta de una andadera**
NATHALIE GÓMEZ/@Nathalie_fx
Huajuapan de León, Oax.- Cuatro adultos mayores de esta ciudad y Tamazulápam del Progreso, fueron apoyados por ciudadanos que, conscientes de las condiciones en las que vivían, les donaron una andadera.
Para algunas personas podría ser accesible una andadera, pero para otras no lo es, sobre todo si tienen que solventar gastos a raíz de alguna enfermedad crónica, enfrentar problemas económicos o la falta de apoyo de familiares.
Jovita, de 93 años de edad, es originaria de San Miguel Amatitlán, pero radica en la colonia Los Pinos, de Huajuapan.
Sufrió una caída en la casa de su hijo, con quien vive y quien le apoya para los medicamentos que debe tomar; a raíz de la caída, no había podido caminar, por lo que le ayudaban a hacerlo y a veces, cargarla para llevarla al sanitario.
El doctor le dijo que requeriría de una operación, pero por su edad, podría complicarse, lo que podría mejorar su condición era caminar apoyándose de una andadera, pero no contaba con los recursos para adquirirla.
Catalina de 92 años de edad, de Tamazulápam, necesitaba una andadera para apoyarse al caminar, ya que por la edad se le complica hacerlo sola.
Vive en una vivienda pequeña con su familia, quien la ha apoyado en lo posible, la ayudan a caminar con una silla, pero se caía constantemente, al recibir su andadera, tenía lastimado el brazo y mano izquierdos, a raíz de una caída.
Matilde, tiene 63 años, también de Tamazulápam, se cayó hace tres años y se fracturó el tobillo; al no recibir la atención médica adecuada su pie no quedó bien. Ahora, no puede caminar por sí misma.
Su nieto le hizo una andadera con maderas recicladas, pero constantemente se le rompía; sólo cuenta con el apoyo de su hija, pero se le complicaba adquirirla porque es madre soltera.
Juan, de 85 años de edad, vive en extrema pobreza en la agencia de Río del Oro, perteneciente a Tamazulápam del Progreso.
Tampoco puede caminar por sí mismo, el médico con el que lo llevaron no encuentra razón para su inmovilidad. A veces se arrastraba, cuando se caía y no lograba levantarse, lograba sostenerse y caminar con dos sillas.
Su hijo, que vive lejos de la comunidad, estaba a punto de llevarle una andadera para mejorar sus condiciones de vida, pero inició la contingencia y no le había sido posible.
Los donadores fueron dos ciudadanos de Huajuapan; el primero apoyó a Jovita con una andadera en excelentes condiciones, que un familiar suyo dejó de utilizar.
Mientras tanto, las tres personas de Tamazulápam fueron apoyadas por otro habitante de Huajuapan que, al saber de su situación, adquirió las tres andaderas y les hizo llegar a sus domicilios.
Los beneficiarios, agradecieron el apoyo a quienes les ayudaron, destacando que todavía hay gente noble que se solidariza con quien lo necesite, aunque no se conozcan personalmente.
Esperaron que esos sentimientos de humanidad no se terminen, al contrario, que la pandemia y los problemas actuales, hagan más sensibles y conscientes a las personas.