Por Horacio coro Espinosa
En respuesta a mi columna de ayer titulada «No fue un destape, sino un acto de soberbia de Gurrión», el diputado Jesús Romero López, me envió un Tuiter con el siguiente texto: «Saludos Horacio, ni silencio ni complicidad. ¿De dónde sacas eso? Mi opinión y posición pública fue clara e inmediata dentro de las facultades que la ley me otorga.» Y en seguida me anota el enlace donde apareció su declaración después de haberse llevado a cabo el acto político del diputado Samuel Gurrión, en la Cámara de Diputados.
Si el legislador no me hubiera enviado el enlace, no estaría yo enterado de la declaración que le hizo a Jazmín Gómez en #PrimeraLinea.
La afirmación del diputado tiene bastante inconsistencia. Solo se apoya en dos verbos para un caso tan serio: «revisar» e «investigar».
El tema lo toca tan superficial, que no se escucha propio de un Presidente de la Mesa Directiva de la 63 Legislatura Local. Su declaración es tibia, cuando él tiene la responsabilidad de regir la vida interna de lo legislativo. Es por eso que debió ser frío o caliente.
En su declaración no opina ni emite una apreciación de lo que pasó en el edificio del Congreso con el arranque de la campaña electoral del diputado Samuel Gurrión Matías. Sólo se limitó a decir que se va a investigar. Pero, ¿cuál es su postura?
El diputado Romero es quien debe establecer la postura de la Cámara de Diputados, mas no la Presidenta de la Junta de Coordinación Política, María de las Nieves García Fernández. La función de él, es todo lo relacionado a asuntos parlamentarios, pero en su declaración se deslinda al querer enviar su responsabilidad a la Jucopo.
Con eso, se me hace que tiene la intención de entregarle buenas cuentas a alguien para que ya no trascienda el inicio de campaña de Gurrión dentro de la Cámara de Diputados.
Me hago una pregunta: ¿Por qué no quiere meter las manos al asunto de Gurrión? Hay que recordar que Romero López, transitó del PRD al PT, y de éste a Morena. Lo más sorprendente, es que al llegar a Morena, recoge todas las canicas de los orgánicos y se queda con ellas en la bolsa, además, se va a primera posición dentro de la Cámara.
Me gustaría que respondieras a estas preguntas, diputado: ¿Se violó o no se violó el recinto legislativo? ¿Estas favoreciendo a un candidato distinto al de Andrés Manuel López Obrador? ¿Cuándo pedirás que se haga una investigación?, ¿después del proceso electoral?
El interés de Chucho Romero, para que quede el asunto en manos de la Jucopo es entendible. Así tendría garantizado el olvido de lo que fueron a hacer los partidos políticos al recinto legislativo. Él sabe que sus compañeros diputados votarían en contra de que se realice una investigación. De los cinco integrantes de la Comisión de la Jucopo, dos votarían a favor (María de las Nieves, del PRI, e Ireneo Molina, de Morena), y tres votarían en contra (Carol Antonio Altamirano, del PRD; Juan Mendoza Reyes, del PAN, y Juan Bautista Olvera del PT).
Esta sería una manera muy fácil de resolver el problema. Pero la responsabilidad de Jesús Romero, es llevar este caso a las autoridades electorales para que sean ellas quienes decidan si se cometió un agravio al poder legislativo, de otra manera, se está violentando la imparcialidad.
Lo que sucedió en la Cámara no fue un chiste, es algo muy delicado, y lo de más consideración, es que posiblemente los diputados de Morena, estén apoyando un proyecto completamente diferente al de López Obrador. Pero también, puede ser, que Jesús Romero no quiera actuar contra sus amigos que un día fueron sus compañeros de partido, los del PRD.
Es posible también, que con esta actitud quiera congraciarse con Ricardo Anaya, por si las moscas. Pues hay que recordar que en el destape de Gurrión, también se hizo campaña a favor de Ricardo Anaya.
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