Horacio Corro Espinosa
No es que lo parezca. La candidatura para José Antonio Hernández Fraguas, está más que cantada.
Después de que los precandidatos priístas para la presidencia municipal de la ciudad de Oaxaca se quemaran las carnes al recorrer colonias y agencias para convencer a los militantes de su candidatura, y de haber visitado estaciones de radio y otros medios de comunicación para dar a conocer lo que les decía su corazoncito; de un de repente, sin decirles ¡aguas!, todos los precandidatos se quedaron fríos en medio del calor infernal, al enterarse de que pasaron a ser un cero a la izquierda, porque el bueno para la candidatura era el expresidente municipal de Oaxaca, José Antonio Hernández Fraguas.
En los primeros días de febrero, Hernández Fraguas dijo que buscaría la candidatura priísta al gobierno del estado, y que en caso de no ser elegido apoyaría el proyecto de Pérez Magaña. Aseguró que si el PRI se equivoca, se haría a un lado, pues “siempre he sido claro y seguiré comportándome de acuerdo a mis convicciones”, subrayó.
Cuando se le preguntó sobre la candidatura de Murat, dijo: “No voy a hacer campaña con Murat”.
En aquella conferencia habló de congruencia, de la integridad de su palabra y de otros valores suyos. Pero resulta que antes de que cantara el gallo tres veces, dijo que siempre sí se unía al hijo de Pepe Murat. Entonces, ¿dónde quedó su palabra, dónde su congruencia, dónde sus convicciones, dónde sus valores?
Con la decisión personal de Fraguas, quedó atrás la aspiración de la diputada Martha Alicia Escamilla León y de Claudio Ruiz Solana, quien tenía todo el respaldo del presidente municipal Javier Villacaña.
Cuando los 7 agentes de las agencias más importantes de Oaxaca se enteraron de que Ruiz Solana quedaba fuera de la jugada, se presentaron ante él para expresarle su descontento, y le aseguraron que por esa decisión no participarían en la campaña de Alejandro. Tales hechos sucedieron a la misma hora del registro del que niega ser Murat.
Algunos representantes de las agencias le ordenaron a su aglomeración que se retiraran del evento de registro en protesta a la imposición de Fraguas.
Los agentes municipales de Trinidad de Viguera, Guillermo Benítez Morales; José Luis Ricardo Martínez Rodríguez, de Cinco Señores; Dagoberto Jiménez Cruz, de Santa Rosa Panzacola; José Roberto Guzmán García, de Guadalupe Victoria; Isaías Librado Rodríguez Martínez, de San Felipe del Agua; Rosario Levi López, de San Martin Mexicapam; y, Ernesto Antonio Vásquez Rodríguez, de Montoya, fueron quienes le presentaron su inconformidad a Claudio Ruiz Solana.
Después de que el hijo del exgobernador del estado se registró, Hernández Fraguas dijo: “todas las diferencias se resuelven cuando hay una definición como esta. No nos queda más que caminar juntos más allá de proyectos políticos y personales. Se trata de sumar voluntades”.
Las preguntas a estas palabras son: ¿Qué fue lo que resolvió la participación de Fraguas para caminar junto a Alejandro? ¿Qué fue o cuáles son los proyectos políticos que no son personales?
En el número 10 de Viral Noticias (1 al 15 de febrero 2015) apareció una nota con el título de “Ya basta de divisiones en el PRI” por Jaime Guerrero, donde este personaje dice: “Ya basta de estar propiciando y profundizando divisiones”. Y más adelante aseguró que “quienes generan estos pleitos y diferencias son los que siguen agandallándose los espacios políticos”.
Hacía referencia a los días en que Alejando se promovía en todo evento social de rancho para hacerse el aparecido o el padrino de conocidos y hasta de desconocidos con tal de ser conocido. Por eso Fraguas declaró que sus aspiraciones eran sólidas y bien fundadas. “No me ocupo en ocurrencias ni en parentescos ni en amistades ni con la necesidad de andarme promoviendo en todas las fiestas sociales o en los eventos”.
El 13 de noviembre de 2010 se instaló la LXI legislatura del congreso del estado. Dentro de los 42 diputados integrantes, figuraba el expresidente municipal de Oaxaca José Antonio Hernández Fraguas, quien dejó su responsabilidad que le confirió la ciudadanía de Oaxaca de Juárez, para irse a una diputación donde le pagaban más.
Desde septiembre de 2014, José Antonio Hernández comenzó a mover estratégicamente sus piezas para cuando se le ofreciera.
Cuando dieron inicio las entrevistas con los aspirantes a consejeros electorales, se comenzaron a saber los nombres de los posibles aspirantes para que quedara el que tuviera más palancas o que, de acuerdo al cabildeo o a la habilidad de cada partido, pudiera imponerse.
La cosa es que quien llegó como consejero presidente del IEEPCO, fue el priísta Gustavo Miguel Meixueiro Nájera. Atrás de éste estaba su entrenador de años José Antonio Hernández Fraguas. Meixueiro fue su secretario particular en más de dos ocasiones, y en esa oportunidad lo impuso para beneficio personal.
Desde entonces, Fraguas comenzó a apretar las tuercas en todos los sitios para cerrarle las puertas a quien se le impusiera en el camino con la intención de llegar a la candidatura al gobierno del estado.
Como Alejandro no podía llegar a la meta por la ilegalidad en que se encuentra, los mismos priístas tuvieron que convencer a Fraguas para que prestara sus herramientas “afloja todo”, y a cambio le ofrecieron la presidencia municipal de Oaxaca. Fácil ¿no?
Hoy, José Antonio Hernández, comienza a ver los frutos de la siembra que emprendió dos años atrás. Él era el único que tenía las llaves para apretar o para aflojar lo que buscan sus “proyectos políticos que no son personales”: la presidencia municipal de la ciudad de Oaxaca de Juárez.
Vía /Viral Noticias
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