Por: Horacio Corro Espinosa
Cada que subo un comentario a las redes sociales, hay gente que hace observaciones a veces fuera de contexto. Uno de ellos de nombre Neruda, me dijo: “Esta buena la cartelera tampoco se vale atacar asi nomas” (sic). Solo por lo que esta persona dijo, me puse a revisar el desplegado de la feria regional Huajuapan 2018.
Según la cartelera, la fiesta comenzó el 12 de julio: El primer participante fue la Guelaguetza oficial. Excelente, me dije. Día 13: Presentación de Noesis y banda José López Álvarez. Va bien la programación, seguí diciendo, aunque el encabezado del cartel tiene una falta de redacción, pero seguí. Día 14: participación de “Janet Guadalupe”. ¿Y ésta quién será? Seguro y es una familiar del anterior presidente municipal, pensé. Así que me metí al Google, y éste me llevó a YouTube donde estaba la susodicha.
Abrí el primer video y apareció una niña cantadora. Esta artista tendrá como 9 años de edad, más o menos, quien por su lenguaje musical ya anda en demasiadas calenturas, lo que la hace aparentar mucho más de 20. Además, los mensajes de sus canciones no son propios de ninguna niña que se diga con valores morales.
Después de escuchar el contenido musical de esta muchachita, me dio lástima la autoridad municipal de Huajuapan por su pobreza cultural, y su carencia de valores éticos y morales.
La pregunta es: porqué llevarle a la gente de Huajuapan a una niña que incita a otras niñas a que se calienten como granizos.
Escuchen el lenguaje que utiliza la tal Janeth Guadalupe en una de sus canciones. No es textual, es lo que recuerdo después de oírla: Porque eres un estúpido presumido que dices mentiras baratas. Estás lleno de patrañas. Eres una araña, cucaracha, bicho, sanguijuela, escoria, lacara…”, etcétera.
No me espanto por la letra, me espanto por el abuso que hacen de esta niña. Aunque después de escuchar a esta artista, ¿qué caso tenía que yo siguiera indagando las característica de los demás que estarían en la feria? Simplemente me quedé con la idea de que el resto de participantes eran más o menos del mismo calibre. Pero, qué puedes esperar de una autoridad que se ha distinguido como la peor de la historia.
En realidad, a veces la gente consume lo que le pongan enfrente porque no tiene otras opciones, pero la niña del cartel, por el contenido de sus canciones es una auténtica agresión a la dignidad, ya no personal, sino familiar.
¡Pues donde tiene la cabeza el presidente Martín Aguirre y su cabildo?
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