El pasado día 1 de junio, el cuerpo del soldado estadounidense Steven Hodges fue hallado sin vida en Nogales, una población de Arizona ubicada justo en la frontera con México. No se trató del único caso de este mes. El pasado domingo, también encontraron muerto a su compañero Kevin Christian. El cadáver estaba en Ajo, una población del mismo estado situada unas 200 millas (320 km) más al oeste.
Ahora las autoridades confirman que lo que provocó ambas muertes fue el suicidio. Los dos se dispararon a sí mismos. Pero todavía no ha quedado claro el por qué. «No sabemos cuáles fueron las causas o razones que los llevaron a tomar esta decisión», explicó este jueves Greg Hess, el jefe de la Oficina del Médico Forense del Condado Pima. Oficiales militares aseguraron que los dos casos están bajo investigación, pero que nunca hubo sospecha de que los fallecimientos se debieran a un acto criminal.
Hodges, de 20 años y originario de Menifee, California, y Christian, de 21 años y procedente de Haslet, Texas, estaban asignados a una misión anunciada el pasado mes de abril por el presidente Donald Trump para vigilar la frontera sur de EE UU. Se trata de una operación que cuenta actualmente con 2.400 efectivos, según The Associated Press.
Estos militares tienen como tarea principal apoyar a la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en la demarcación con México. Los soldados asisten a los agentes de la agencia federal en el uso de cámaras de vigilancia y en la reparación del viejo muro fronterizo y de camionetas.
Las detenciones de inmigrantes en la frontera con México alcanzaron en mayo la cifra de 132.887, según datos publicados este mes por el Gobierno. Las autoridades arrestaron a 11.507 menores no acompañados, 84.542 miembros de familias y 36.838 adultos solos.
Las cifras de la Patrulla Fronteriza revelan que los arrestos del mes pasado superaron los de marzo y abril, cuando se contabilizaron, respectivamente, 92.840 y 99.304 detenciones.