Por: Hazel Zamora Mendieta/ Cimacnoticias
CIUDAD DE MÉXICO.- La defensora de familias de mujeres desaparecidas y víctimas de feminicidio, María Luisa (Malú) García Andrade, sufrió un atentado con arma de fuego en el municipio de Toluca, Estado de México.
La noche del 26 de enero Malú se dirigía con su escolta al cajero cerca de su domicilio en Toluca –donde se mudó hace 3 meses por amenazas contra ella y su familia- cuando su camioneta recibió un impacto de bala por un hombre desconocido.
En conferencia de prensa la fundadora de la organización civil Nuestras Hijas de Regreso a Casa, dijo que este atentado podría estar relacionado con los casos de víctimas de feminicidio en el Edomex en los que se encuentra trabajando.
Malú relató que al recibir el impacto el agente que la acompañaba sugirió que les habían pegado con una piedra, por lo que metros más adelante se detuvieron a revisar el estado de la camioneta, ahí se percataron que fue un balazo.
La activista denunció que su agente asignado por la Fiscal Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra) desconocía el protocolo de protección y no sabía a quién recurrir para proteger a la activista, por el contrario el agente sugirió que se trata de un asalto y le querían quitar la camioneta.
Ante la falta de acciones de su escolta, Malú se puso en contacto con la activista, Marcela Cruz, quien es especialista en protocolos de protección para activistas. Cruz le ordenó salirse de la zona de los hechos por el inminente peligro que corría y recurrir al lugar más cercado donde hubiera policías, por ello se dirigió al aeropuerto de Toluca.
En el aeropuerto, la recibieron agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) quienes al explicarles que se pudo tratar de un atentado a su persona, ya que es activista, le reprocharon que era su culpa, pues “si ya sabía que estaba en riesgo para que sale a esas horas de la noche”, contó Andrade.
Tanto su escolta como los agentes de la PGR intentaron disuadirla de regresar a su casa y denunciara la agresión como un intento de robo, apuntó.
Fue la activista Marcela Cruz quien fue por Malú al aeropuerto y la traslado a la Ciudad de México por su seguridad. “No es posible que les tenga que explicar a las autoridades cómo resguardar a una víctima”, dijo Cruz.
Más tarde, la activista fue amenaza por un desconocido a través de un mensaje, quien le advirtió que el hecho se trata sólo de “una prueba” y amenazó de asesinarla a ella y a sus hijos.
La principal preocupación de la activista, dijo, es la seguridad de sus hijos, pues hasta el momento no cuenta con ningún tipo de protección, sólo aquella que le han brindado activistas y organizaciones.
Malú Andrade solicitó de manera urgente e inmediata una reunión con la Unidad para la Defensa de Derechos Humanos de la Secretaria de Gobernación y la Fevimtra, para revisar las medidas cautelares que le brindó en 2008 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La activista resaltó que aún no ha obtenido respuesta por parte de ninguna autoridad y le quedaba claro que los protocolos para proteger a activistas y personas defensoras de Derechos Humanos no funcionaban en México.
Cabe recordar que no es la primera vez que agreden a la activista, en febrero de 2011 intentaron quemar su casa y en marzo del mismo año apareció una manta con amenazas contra ella y su madre, Norma Andrade, lo que las obligó a abandonar Juárez.
Asimismo en octubre de 2013 la activista volvió a pedir medidas de protección a las autoridades al recibir llamadas desconocidas que la amenazaron de asesinarla.
Andrade aún no presenta su denuncia por el atentado, pues dijo que temé que en su regreso a Toluca pueda sufrir otro ataque.