Por Horacio Corro Espinosa
En la España feudal todos soñaban con ser “hidalgos”, que literalmente quiere decir “hijo de algo”. Esta posición era como un pasaporte a los privilegios inmerecidos, a la manutención con cargo del erario.
La manada de distinguidos y rabiosos conquistadores, aprovecharon la lejanía que lo separaba del reino de España para proclamarse como hidalgos sin ninguna legitimidad ni esfuerzo ni por méritos propios ni por intelecto. Ellos querían ser o parecer “hijo de alguien”. De allí viene eso de “usted no sabe quién soy yo”.
Han pasado los años, y uno esperaría la desaparición de ese valor mal entendido, pero resulta que no es así. En esta administración municipal de Huajuapan, la que encabeza Luis de León Martínez, se acentúa con más fuerza por aquellos que reclaman privilegios inmerecidos.
Me refiero al exsíndico municipal Pablo Crespo de la Concha, hoy Regidor de Seguridad Pública y Movilidad Urbana, quien ayer utilizó a los medios para que lo fotografiaran al inaugurar su oficina bajo el portal del palacio municipal, sólo porque no le han asignado un espacio físico a 11 días de esta administración.
Una vez más su protagonismo le ganó, pero no fue para presumir el desarrollo de su tarea, sino para que el pueblo vea su victimización por no tener un espacio.
No se puede pasar por alto que, este mismo personaje hizo toda clase de maromas para acomodarse a la sombra del poder del gobierno de Juanita Cruz.
Hoy busca presionar ante el hecho de no haber recibido prebendas, encomiendas, cargos o privilegios, que es el sueño de todo buen hidalgo.
Sin embargo, a 11 días, no ofrecido una propuesta, un programa, o una hilvanada donde nos diga cómo enfrentar la seguridad y la vialidad en el municipio.
Si Pablo quiere trascender, desde el primer minuto de la toma de protesta, debió ponerse a trabajar y no buscar pretextos para no hacerlo. Su acción de ayer pinta que nada satisfactorio hará por Huajuapan.
Sus prioridades son muy claras: tener oficina de lujo, y secretarias de buenas proporciones físicoatléticas. Su responsabilidad que es la seguridad y la vialidad no parecen estar en la lista de temas importantes para su regiduría.
Ojalá su petición o su berrinche no sea respondido, sino hasta que demuestre que quiere trabajar. Sería bueno que en el cabildo le deletrearan sus tareas, esas que nunca atendió como síndico de procuración de justicia.
No hay que olvidar que en su anterior responsabilidad se incrementaron los robos de autos, robos a casa habitación, asaltos y robos a negocios, violaciones, secuestros, desapariciones forzadas, y solo utilizó la policía para sus fines personales y de sus cuates.
Además, su nulo esfuerzo, lo llevó a ocultar a la delincuencia. El ejemplo más cercano es el encubrimiento a los agresivos maleantes encabezados por Pedro Silva Salazar, la noche de los balazos bajo el portal municipal.
Primero que dé resultados y luego exija. Si de veras quiere servir a Huajuapan, lo puede hacer desde cualquier rincón, pero con estos datos, es claro que Crespo de la Concha no tiene compromiso con el pueblo.
Crespo de la Concha no cambia ni cambiará, su protagonismo siempre va delante de él. Hace algunos ayeres todavía decía: “¡me acabaron de decir que me parezco a Luis Miguel!”.
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