Por: Horacio Corro
Yo creí que teníamos un presidente municipal maduro, pero parece que no. Tampoco llega a verde, más bien, por sus berrinches, apenas si llega a un camotito.
Es desesperanzador que nuestro representante se niegue a escuchar lo que le dice su pueblo.
El mensaje que Aguirre Ramírez manda con el bloqueo a mi cuenta, es cerrar oídos a cualquier voz, y cerrar todo diálogo. Esa no es la forma para enfrentar una incomodidad. Es la certificación de su intolerancia.
Tal vez lo hizo ante su pobreza de diálogo, y para evitar la fatiga de ya no leer nada de lo que yo escriba u opine.
Así también, se quitará la preocupación de imaginar si me gustó o no, lo que publicó en ese medio.
También, el bloqueo a la cuenta es el método más sencillo para que el bloquedor oculte sus tonterías y evite ser criticado. Puede haber otras razones.
Desconozco si otros compañeros periodistas hayan sido bloqueados por nuestro representante. Si es así, es claro que al presidente le incomodan ciertos críticos.
En realidad, tanto los periodistas como los tuiteros, sufrimos en las carnes muchos ataques, por eso entendemos algunos bloqueos.
Al bloquearme el Presidente Aguirre, no está bloqueando a Horacio Corro Espinosa, sino a todos aquellos que llevan el registro de su pobre administración municipal.
El presidente Martín, está deshonrando su discurso, su palabra, pues es claro que no es verdad lo que le ha dicho a la ciudadanía. Si la palabra, que el cimiento de todo, no la permite, mucho menos va a poder cumplir con lo que es transparencia. Así pues, se trata de una persona que no quiere rendir cuentas a quienes debe rendir cuentas, a los ciudadanos y a la prensa.
El Tuiter permite una interacción directa con todos, medio que hasta hace poco tiempo no existía.
Más allá de las ideas, convicciones o puntos de vista que tenemos cada uno de nosotros, siempre debe imperar el diálogo y las buenas formas. En las redes sociales también deben regir esos principios democráticos para que el intercambio sea enriquecedor para todos.
Pero cuando hay personas o funcionarios públicos que se niegan a reconocer eso, como el presidente de Huajuapan de León, Martín Aguirre, no es más que su demostración de que no quiere aportar, sino romper el diálogo con cualquiera. Y esto es cierto, porque casi nunca recibe a nadie ni le interesa nada. Nunca tiene tiempo para nadie, siempre está ocupado, menos para los intereses económicos de su familia o de sus organizaciones, o para andar ayudando a escuelas particulares y no donde le marca su responsabilidad.
El bloquearme es una grosería, una falta de respeto, no para mí, sino para la sociedad que él representa, pues debe recordar que se le encomendó ser nuestra cara.
Algunas personas han replicado en las redes sociales la imagen de mi cuenta bloqueada por Martín Aguirre, y lo han hecho porque sienten que a ellos también se les ha despreciado su palabra por la primera autoridad. No soy una sola voz, soy muchas.
El señor presidente prefiere ignorar toda crítica, toda voz que le perjudique el rostro con el mínimo soplido de cualquier palabra.
¿Alguien quiere hacerle una crítica al presidente? Olvídense, él ya se cerró a toda idea, a toda crítica, a todo consejo.
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