Por Horacio Corro Espinosa
El robo de la camioneta del ayuntamiento no es cualquier cosa, aunque supongo que será un hecho intrascendente para el cuerpo edilicio, pues no se tratará este asunto en sesión de cabildo, sino en precabildo, donde como es costumbre, hacen sus cosas en lo oscurito, lejos de la ciudadanía.
El precabildo sirve para ponerse de acuerdo en los guiones de cada personaje para la actuación en el cabildo. Es donde se prepara la farsa.
Lo más seguro es que en cabildo de hoy se diga que el culpable del robo de la camioneta es la persona que se la llevó a su casa, y no la regidora de educación y cultura Araceli García Carrizosa. Así será el acuerdo final de estos señores, pues recordemos que ella es la que grita y todos le obedecen, incluyendo aquí al presidente municipal Luis de Guadalupe, pues ella presume tenerlo bien agarrado de las redondeces que tiene entre las piernas.
Si uno de los regidores, el más rebelde, el menos sometido, se atreviera a poner el tema sobre la mesa, deberá de ser quien tenga menos compromisos con la actual administración, de lo contrario, con qué cara o con qué calidad moral va a exigir que se trate el tema en cabildo.
Como todos sabemos, la camioneta fue robada entre el 8 y 9 de este mes de enero, y entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana.
Seguramente se preguntarán ustedes que qué hacia esa camioneta estacionada en la calle cuando debió de estar encerrada en un sitio especial. Es lógico pensar eso, pues los vehículos no pueden ser usados para fines personales o familiares, pero como entre los concejales se alcahuetean, hace unas semanas votaron en contra del reglamento que ellos mismos habían creado y aprobado para que los vehículos oficiales fueran encerrados después de determinada hora.
Díganme entonces si eso no es alcahuetería, echar para atrás sus propias palabras con tal de que pudieran usar los vehículos en forma personal y familiar.
Me dijeron algunos trabajadores del ayuntamiento, que la orden de echar atrás el reglamento, vino de la misma regidora que tiene agarrado al presidente. Es así como ella pudo ir frecuentemente a su pueblo, Teotongo, donde está construyendo una residencia, y donde además, quiere ser presidenta municipal de ese lugar.
No conformes los regidores con matar sus propias propuestas de reglamento, le quitaron los adheribles a los vehículos para que con más comodidad pudieran circular como si fueran vehículos particulares, cuando en realidad son del pueblo.
En entrevista de radio, el Síndico Hacendario, Guillermo Juventino Guzmán Chávez, quien dijo que se le debe fincar responsabilidades a quien cargaba el vehículo, o sea, a Francisco Rosario Silva, pero curiosamente, esta persona no es trabajador del área de educación y cultura, y tampoco aparece dentro de los trabajadores del ayuntamiento, (de acuerdo a la información del portal del ayuntamiento municipal). Además, dijo Guillermo Guzmán, que a ese trabajador se le va a descontar el vehículo de sus quincenas hasta que termine de pagarla. Vamos a suponer que esa persona exista, entonces, cuántos años necesitará para cubrir su deuda.
Desde esta declaración comienzan las alcahueterías. La única responsable del vehículo es la regidora de educación y cultura y no el trabajador. Supongo que ella, Araceli García Carrizosa, firmó en resguardo por el vehículo, pero como es la que le aprieta al presidente ahí merito, pues sus compañeros regidores van a tratar de quitarle de encima su responsabilidad.
Lo único que siento es que a esa camioneta robada ya no la veré más por los rumbos de Indeco Xoxo, donde de vez en cuando se me cruzaba en el camino. O la mejor, la veré otras veces pero de otro color, lo que no me permitirá identificarla.
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