NATHALIE GÓMEZ/@Nathalie_fx
Huajuapan de León, Oax.- Ver los plantíos cubiertos de granizo, generó la preocupación de productores de la conocida como La Cañadita, la zona más fructífera de esta parte de la Mixteca. En estos días, evalúan las pérdidas y ven qué se puede rescatar.
Fue una lluvia acompañada de granizo la que cayó la tarde del lunes 17 de enero, y afectó la siembra de calabacitas, principalmente.
Esto, en perjuicio de productores de comunidades pertenecientes a Santiago Huajolotitlán, entre ellas, San José, Palo Flor, Guadalupe de Cárdenas, El Huamúchil, San Francisco El Chico, San Sebastián Progreso -perteneciente a Huajuapan de León-, entre otras.
Personal del Ayuntamiento de Huajolotitlán acudió ayer martes a realizar un recorrido por la zona y evaluar las pérdidas, entre las que podría haber totales y parciales.
Sin embargo, los productores aseguran que, a pesar de que se rescate parte de la siembra, definitivamente no cosecharán lo mismo.
“De todas maneras, habrá pérdidas. Si parte de la planta se rescata se les sacará un poco, sí, pero ya no van a producir lo que teníamos pensado porque la planta se estresa mucho, una helada como la que se tuvo va a generar la pérdida de un 80 por ciento aproximadamente”.
Así lo explicó Agustín Alverdin, productor de la comunidad de El Huamúchil, cuya familia y trabajadores habían sembrado siete libras de semillas de calabacita y esperan poder rescatar por lo menos tres y media.
Desde la granizada, los productores se encontraban fumigando sus plantíos para ver si la planta aún reaccionaba y se reducían las pérdidas.
Pero otra situación preocupante, es que hay compradores de guayas -o la flor de calabaza- provenientes de Puebla y otros que compran las calabacitas que vienen de México, que adelantan parte del dinero o les dejan semilla a los productores para asegurar la compra de la carga.
Ante una contingencia así, los productores le tienen que apostar a la consciencia de todas las partes para estar conscientes de que no es responsabilidad de alguna persona el generar tanta pérdida, y llegar a algún acuerdo.
Y es que, del trabajo en un terreno, se benefician los agricultores, sus trabajadores, quienes compran la flor de calabaza, los que adquieren las calabacitas, quienes trabajan para los que compran las huertas.
“Nos afecta a todos. Yo tengo dos trabajadores que vienen diario y dependen de mí porque necesitan llevar el sustento a sus familias y la verdad es una cadena muy grande. Es mucha la inversión que está en estos terrenos, hablamos de pérdidas de cientos de miles de pesos por los medicamentos, el fertilizante, y son cuestiones de la naturaleza que no podemos detener y nos afectan gravemente”, señaló.
Los productores de la zona, alrededor de 400, solicitaron a las instancias encargadas de evaluar los daños y brindar los apoyos correspondientes, que se realice esta labor de la mejor manera y se apoye correctamente.
