Por Horacio Corro Espinosa
Después de que los partidos políticos destaparon a sus candidatos, comenzamos a escuchar o a leer las entrevistas que a muchos de ellos les han hecho diversos medios de comunicación.
La mayoría de los candidatos hablan mucho de su partido, de los partidos políticos que los patrocinan, y de su experiencia política y administrativa.
Casi todos coinciden en decir que le van a echar ganas, muchas ganas a sus campañas. Ojalá nos dijeran esos guapos candidatos, porque así lucen en sus propagandas, ¿dónde venden las ganas para echarle a las cosas que uno hace? ¿Serán polvos mágicos?
Regularmente, al iniciar una entrevista, el entrevistador comienza preguntando, por ejemplo: Que tal candidato ¿Cómo le va? Y éste responde, casi invariablemente: “Aquí, muy contento, muy emocionado”.
Ellos pueden hablar durante horas de política, pero no de su vida privada. Desde luego que todos los candidatos tienen familia, pero esa pasa inadvertida, si acaso, solo sirve para salir en las fotos de campaña.
Todos los que nos interesamos en la vida política oaxaqueña, casi siempre estamos pegados al radio, o al Internet, o al facebook o al tuiter, para encontrar información de lo que estos aspirantes dicen; y la verdad, ninguno de ellos ha sabido poner sus corazones en sus palabras. Lo que transmiten es la repetición de lo que alguien les escribió por encargo.
Si tuviéramos oportunidad de verlos y escucharlos de frente, sabríamos por las expresiones de sus ojos, cejas, labios, movimiento de sus manos, posición corporal, etcétera, si nos está diciendo la verdad o nos mienten.
A quién no, por ejemplo, le gustaría escuchar de su candidato cómo es su vida familiar, matrimonial y con sus trabajadores domésticos. Yo creo que a todos, porque esos temas casi nunca se tocan por aquello de que una cosa es la vida privada y muy distinta la vida pública.
Pero imaginemos un poco ¿cómo nos hablaría Benjamín Robles Montoya de su vida familiar y con sus trabajadores?
Seguramente nos diaria: A mi familia toda la tuve que enseñar a ser gandaya, de lo contrario, nada se puede obtener para beneficiar a la gente. Es por eso que puse a mi esposa Maribel Martínez Ruiz, como coordinadora de campaña en Oaxaca, del candidato Andrés Manuel López Obrador. Además, nos seguirá diciendo, a la compañera Maribel, la designó el Partido del Trabajo, como candidata por la vía plurinominal en el lugar número uno para obtener la diputación local.
Yo creo, continuará diciendo Robles Montoya, si no eres gandaya, no podrás hacer nada por nuestra gente que tanto nos necesita. Es por eso que también puse en las listas de los diputados plurinominales del Partido Encuentro Social, a mi hijo Luis Alfonso Robles Ruiz.
Y como a mi familia también le he enseñado el valor del agradecimiento —aseguraría Robles Montoya—, entonces hay que ser agradecido con la gente. Es por esa razón que mi familia y yo, decidimos ayudar a un pobre súbdito quien nos ha demostrado lealtad durante muchos años, por eso colocamos a nuestro vocero César Morales Niño, como candidato a la diputación local por el distrito 05, con cabecera en Asunción Nochixtlán.
¿Cómo la ven?, dirá el Senador con licencia y hoy candidato a la diputación federal por el Distrito 08 con cabecera en Oaxaca de Juárez.
Y rematará con lo siguiente: Toda la gente sabe que soy un hombre que le he servido a Oaxaca, por eso, desde cualquier trinchera le he entregado mi vida a esta entidad.
Ya ven, fui diputado local por el partido Movimiento Ciudadano. Llegué al Senado de la República por el PRD, y para poder contender como candidato a gobernador, lo hice desde por el PT.
Como ustedes saben, los valores son fundamentales en esta vida, y son los que le he enseñado a mi familia: ser gandaya y ser agradecido.
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