Por Horacio Corro Espinosa
El 21 de marzo, a lo largo y ancho del país se festejó a Don Benito Juárez. Ese día no faltaron los políticos que dentro de sus discursos se dijeron respetuosos y seguidores de las leyes y principios que el Benemérito de las Américas nos heredó.
Oaxaca está lleno de políticos juaristas. Uno de ellos fue Gabino Cué, quien desde el inicio de su campaña, utilizó la figura de Juárez para asegurarle al pueblo que gobernaría con espíritu juarista, y que ya no habría más injusticias para los indígenas “herederos de Juárez y su legado liberal”.
El año pasado, el gobernador Alejandro Murat y su esposa, vivieron momentos de tensión al acudir a Guelatao de Juárez, cuando integrantes de la sección 22 del sindicato nacional de trabajadores de la educación, prácticamente los corretearon del lugar. Este año, con un poquito más de colmillo, pudo convencer a los escandalosos para que llegaran 2 horas después de su evento.
A lo largo y ancho del país ha sido lo mismo. Muchos políticos se han montado sobre la figura y el nombre de Benito Juárez.
Hubo un político que abusó más de lo debido: Vicente Fox. A él se le ocurrió asegurar que fue el mejor gobernante que ha tenido este país, incluso, que Benito Juárez. Dijo que Juárez estaba en el pedestal sólo por su frase, esa que los oaxaqueños lucimos hasta en el cerro del Fortín.
En esa ocasión, algunos políticos oaxaqueños se sintieron encolerizados por las declaraciones de Fox. Los regidores de la ciudad (en el período de Luis Ugartechea), como muestra de su indignación, calificaron al expresidente como persona «non grata».
Este agravio no rebasó los límites de la capital del estado. Ninguna otra población hizo eco a la indignación, con lo que quedó demostrado que los políticos sólo utilizan a Juárez, como mero adorno de escritorio o de pisapapeles.
Un político que ha estado de moda desde hace dieciocho años, tú ya sabes quién, ha utilizado el busto de Benito Juárez como fondo cuando da sus mensajes en abonos chiquitos, pues frecuentemente se le traban las velocidades.
Por cierto, el político que habla en abonos chiquitos, desconoció por completo a los indígenas del país en su proyecto de nación. Después de eso, quedó bien claro que solo utiliza a los indígenas, principalmente oaxaqueños, como un recurso retórico, nada más.
Es una lástima que en esta entidad, la figura de Juárez sólo se ocupe como escenografía para la fotografía.
Es una lástima que en Oaxaca, donde más se presume de Juárez, no se respeten las leyes, y por consecuencia, no haya orden ni certidumbre ni mucho menos paz.
La herencia de Juárez, en este período gubernamental, fue olvidada. No tenemos un gobierno que se preocupe por los oaxaqueños. Vivimos donde reina la ley de la fuerza y la brutalidad. Estamos en poder de la delincuencia y de los sindicatos quienes mantienen aturdida y secuestrada la ciudad.
Sabemos que quien viola más las leyes tiene más garantías que los ciudadanos que trabajamos y producimos para ganarnos el sustento diario.
La historia dice que mientras Juárez estuvo al frente de este país, nunca permitió que México fuera gobernado por otra nación. Oaxaca está tutelada por gente sin el ADN oaxaqueño.
Después de escuchar los discursos de los políticos con motivo del aniversario del natalicio de Benito Juárez, creo que las declaraciones de Vicente Fox no fueron tan graves como las acciones de nuestros gobernantes oaxaqueños, quienes han corrompido el nombre del Benemérito de las Américas.
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