Por: Horacio Corro Espinosa
Muchos de los funcionarios públicos se valen de cualquier relación o de cualquier medio a su alcance para bloquear, amedrentar o intimidar a los periodistas con tal de que no publiquen información que les incomoda.
Esa violencia institucional frecuente pone en riesgo no solo a la libertad de expresión, sino a la integridad de los periodistas quienes, además, son acusados, insultados, o hasta agredidos físicamente.
Después de ese montón de cosas que frecuentemente le pasa a los periodistas, este acude a lo más próximo, a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, pero a veces, ir a ese lugar, es toparse con pared. Más bien, a veces parece enemiga de los periodistas.
El compañero reportero Saúl Salazar Balbuena, de Informativo 6 y 7, de la ciudad de Huajuapan de León, acudió a la oficina regional en la mixteca de esa defensoría, donde le dijeron que evitara mencionar en su comparecencia, a la presidenta municipal de Huajuapan de León, Juanita Cruz Cruz. Entonces, se preguntaba Saúl: cómo evitar su nombre si la queja era contra del personal de la presidenta, quienes el 2 de marzo no le permitieron entrar a una conferencia de prensa, donde la presidenta dio a conocer el “supuesto hackeo” a las cuentas bancarias municipales.
Cómo evitar mencionar el nombre de la presidenta, si ni siquiera le permitieron ingresar al edificio. El caso es que después de tenerlo un buen rato en la puerta, Saúl decidió retirarse.
Pero ese no es el único caso por parte del personal de Juanita Cruz Cruz, hay otros. Por fortuna el reportero dejó plasmado en su comparecencia otro hecho: Saúl acudió a un salón ubicado en la calle Valerio Trujano, en el centro de la ciudad, porque iba invitado por una funcionaria del municipio de Putla. Ya en el interior, uno de los servidores del ayuntamiento de Huajuapan, le pidió al reportero que abandonara el lugar, bajo el argumento, “por ser compañero del columnista Horacio Corro Espinosa”, o sea yo.
Saúl, para evitar avergonzar a la persona que lo había invitado, prefirió salirse de aquella reunión donde estaba presente, además de la presidenta municipal, el Senador Salomón Jara Cruz.
El reportero Saúl, acudió a la oficina regional en la mixteca a levantar su comparecencia, el 5 de marzo de este año, y la respuesta que dio el ayuntamiento municipal a este tema, lo hizo el 30 de marzo, con el siguiente texto: “Niego cualquier violación a los derechos humanos del ciudadano Enrique Saúl Salazar Balbuena, por ser infundados”.
Con la respuesta que da el ayuntamiento municipal, le quedó claro al encargado de la Oficina Regional de la Defensoría de los Derechos Humanos en la Mixteca, Antonio Felipe Bello Figueroa, que no hay más que investigar, o de lo contrario, que Saúl le lleve dos testigos, fotografías y audio de las personas que no le permitieron entrar al edificio municipal.
Ayer acudí a la Defensoría de los Derechos Humanos, pero de la ciudad de Oaxaca, donde comparecí por una agresión a mi persona, y de paso, expuse el tema de Saúl con una de las abogadas de ese órgano, quien me dijo que ese caso puede atraerse a la ciudad de Oaxaca para que desde aquí se hagan las investigaciones pertinentes.
A veces los periodistas ya no sabemos dónde acudir ante tantas agresiones. Pero así son las cosas.
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