Por: Horacio Corro Espinosa
Mucho se ha hablado en los últimos días sobre las ratas que andan huyendo o piensan huir a cualquier lado.
Este tema no sólo se ha tocado en los medios locales, sino también nacionales y ahora por comentaristas y columnistas internacionales.
Ante ese montón de ratas, parece que la autoridad se ha sometido a ellas porque ellas son las que están gobernado la ciudad.
Las ratas son las que han decidido dónde y cómo hacer sus guaridas porque se creen dueñas absolutas y gozan de toda impunidad.
Disculpen que les hable de ellas justo cuando muchos de ustedes están comiendo, pues comentar de esas bandoleras, los entripados ya no nos dejan comer a gusto.
La presencia de esas ratas ha ido pudriendo cada día la vida de los Huajuapeños. Desde luego que saben trabajar en pandillas a la hora que quieren y cuando quieren y a la vista de todo mundo. Así es la fauna y ni modo.
En el primer cuadro de la ciudad de Huajuapan, el panorama animal es alarmante. Desde hace meses ha aumentado una gran cantidad de murciélagos, los cuales algunos creían que habían desaparecido. Para los que no los conozcan, se trata de una especie de pájaro nocturno pero por su agudo silbido y sus ojos rojos encendidos, es claro que se trata de un murciélago que vuela sobre la ciudad de Huajuapan, principalmente en el centro de la ciudad.
Un poco más abajo, a nivel de tierra, se encuentran algo así como sus parientes, unas ratas de cuatro patas, a esas me refería hace un momento.
Es posible que la regidora de ecología y medio ambiente, Eliasub Jesabel Espina Calvo, pretenda heredar a la siguiente administración esos curiosos animales que suman miles en el parque independencia.
Los niños y jovencitos cuando salen de la escuela, a eso del mediodía y en la tarde-noche, acuden con varas en la mano para picar los agujeros de las madrigueras de donde salen decenas de ratas, y los niños, entre espantados y con cara de fuchi, las corretean por todos los rincones del parque. ¿Y saben ustedes dónde se van a refugiar? Voy a decir ―para que no se vayan a enojar, o a sentirse afectados los cafés de alrededor del parque―, que a las oficinas públicas (la casa de la cultura, la presidencia, los bancos…).
En tres años, la regidora Eliasub no hizo nada al respecto. No ha movido un solo dedo para combatir esas plagas.
La gente que sale a disfrutar un ratito del primer cuadro de la ciudad, ya no puede hacerlo tan libremente, pues las sombras de esos animales se atraviesan a cada rato.
Otra plaga que hay en el parque de la ciudad son los zanates.
Autoridades pasan y ninguna de ellas ha hecho nada para acabar con esos animales que blanquean el piso del parque independencia.
¿Alguien conoce la voz de la regidora Eliasub? Nadie ¿verdad? El único sonido que emite esta ciudadana es cuando dice “presente” en las sesiones de cabildo.
Nadie la recuerda por haber hecho alguna propuesta ni mucho menos opinar sobre algún tema.
Entonces, ustedes creen que con la apatía que ella carga a cuestas, ¿podrá hacer algo por la única área de esparcimiento que tiene la ciudad?
Lo más seguro es que ese problema se lo herede a la próxima administración. Bueno, al fin que los que vienen también son priístas.
Ratas, murciélagos y zanates. ¿No se tratará de un mensaje subliminal? Pregunto, no más pregunto.
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