#OPINIÓN de Crisanto
Tehuacan, Puebla.- En los últimos años el problema de la inseguridad en la ciudad de Tehuacán se ha convertido en un malestar que cobra dimensiones alarmantes, una situación qué hay que reconocer no existía en esta magnitud, la alcaldesa Ernestina Fernandez Mendez ha convertido en un polvorín tierra de nadie esta ciudad.
Los índices de inseguridad como el robo a casa habitación se han incrementado, el robo de vehículos con violencia no le envidia a ningún municipio del Estado de México que ocupa el primer lugar, el tráfico de drogas y narcomenudeo con sus consecuencias, las calles, verdaderas trampas de rufianes y ladrones (las famosas bigotonas) que tal pareciera incursionan en otras esferas del crimen organizado, como el secuestro, así como asolear las carreteras federales o principales salidas a Oaxaca y Veracruz.
Un clima de miedo e incertidumbre permea y enrarece las carreteras que transitan los transportistas de muchos productos que son llevados a diversos municipios y regiones de Oaxaca, como Chazumba, Huajuapan, Juxtlahuaca, Putla y otras zonas de la costa oaxaqueña.
Las pérdidas millonarias son innumerables, existe la presunción que estas bandas son protegidas desde la esfera municipal, MP y jueces coludidos con la delincuencia organizada, los aseguran y ni siquiera la policía sino la ciudadanía, harta de su suerte, implementa medidas preventivas que dan con la captura de los ladrones.
Estos tardan más en ser asegurados o capturados que andar libres amedrentando e imponiendo el terror a sus víctimas, la gente de Tehuacán se pregunta ¿hasta cuando se restablecerá el Estado de Derecho en esta región?
¿O acaso tenemos que seguir el ejemplo de Michoacán y Guerrero con las Autodefensas? ¡Este es un grito de auxilio para que la federación no nos abandone!