Lesli Aguilar
HUAJUAPAN DE LEÓN, Oaxaca.- Desde hace 76 años, doña Asunción Vásquez Cruz –panadera de oficio– ha elaborado panes tradicionales de muerto, como el “flaquito de panela”, en donde se pone a hervir la panela, se le agrega el pulque y que es el que más compra la gente en Huajuapan de León, pues en los altares de la Mixteca, el pan simboliza el manjar de los muertos.
En las ofrendas de muertos –las cuales son colocadas desde el 28 de octubre—, las familias adornan con flores de cempasúchil o terciopelo, se hace un arco con cañas de azúcar que simboliza la puerta de entrada al cielo, se colocan calaveritas de dulce de amaranto, chocolate, dulce de calabaza, arroz con leche, tejocotes en almíbar, pulque, mole, tortillas de camarón o tostadas, mezcal, cigarros y los panes, que representan el plato fuerte de los difuntos.
Doña Asunción Vázquez, originaria de Huajuapan de León y habitante de la colonia Santa Teresa, tiene sus hornos de pan en la agencia del mismo nombre, en donde sus siete hijos se dedican a la misma actividad que ella.
La mujer, de 89 años de edad, cuenta que desde que era infante comenzó a elaborar panes con tan sólo dos kilos de harina, para posteriormente salir a venderlos al mercado; al poco tiempo logró comprar 300 bultos y de esta manera estableció una industria en esta parte de Huajuapan, la cual fue heredada a todos sus hijos.
El origen del pan de muerto
El gusto por elaborar pan de muerto es una costumbre de origen mexicano, que se remonta a la época prehispánica, cuando las culturas indígenas realizaban sacrificios humanos y ofrecían princesas a los dioses, ya que sus cuerpos eran abiertos y les sacaban el corazón, órgano que era introducido en ollas con amaranto para que después los vivos le dieran una mordida en señal de agradecimiento.
A la llegada de los españoles, esta práctica fue rechazada, por lo que elaboraron panes en forma de corazón, que eran bañados en azúcar pintada de rojo, que simulaba la sangre del difunto y de esta manera eran ofrecidos a los dioses.
La muerte y el pan
Uno de los hijos de doña Chonita dijo que los elementos que adornan a la hojaldra –que es el pan tradicional de esta época– poseen un significado que está relacionado con la muerte, pues la cabeza es la parte del cráneo, mientras que las hojitas de la flor semejan los huesos, los cuales están colocados en forma de cruz.
Afirmó que este pan es típico en otras partes de la República Mexicana, pero en los últimos años este ha tomado fama en la región Mixteca, por lo que actualmente compite en ventas con el que se conoce como “el flaquito de panela”.
La variedad
Vásquez Cruz afirmó que el pan que se elabora en Huajuapan de León es muy variado, ya que actualmente se hace el pan de dulce, canela, salado, el de pulque, el de yema de huevo, además de panes finos.
Afirmó que el pan que se hace en Huajuapan de León ha tomado fama y actualmente llega a Tamazulápam, Tlaxiaco, Teposcolula, San Martín Peras, Peña Colorada, Monte Verde y varias localidades más, en donde la gente consume los productos elaborados en la región Mixteca.
El arte de hacer pan
Doña Chonita dijo que la elaboración del pan es un arte, ya que no sólo se hacen las figuras que comúnmente se ven en la cocina mexicana, sino que para la elaboración de cada pieza, el panadero demuestra su talento y deja implícitos sus sentimientos, ya que hay que tener corazón y fe para este oficio.
Los panaderos de Huajuapan han informado que las ventas comienzan a repuntar los días 1 y 2 de noviembre cuando las personas acuden a los camposantos a poner los altares, pues, de acuerdo a la creencia mexicana, es en esta fecha que llegan las almas de los difuntos y conviven con sus seres queridos.
Invitó a las personas a que prueben los manjares que producen, los cuales están disponibles en los principales mercados de esta ciudad y que son conocidos como «el pan de doña Chonita».