Por Horacio Corro Espinosa
Para nadie es noticia que Donald Trump será el próximo presidente de los Estados Unidos.
El presidente electo asegura que su gobierno se llevará bien con los países que quieran llevarse bien. Estas palabras de Trump, parecen decir que se acabó la diplomacia.
Quién lo hubiera creído. Hace días todos le daban el gane a Hillary Clinton. El pueblo norteamericano rechazó a los políticos y escogieron a uno de la iniciativa privada.
Los norteamericanos votaron por alguien que grita, que no les tiene ningún respeto a las mujeres, que miente, que insulta a todos, principalmente a los mexicanos, que odia a los niños, etc.
¿Cómo es que ganó este hombre cuando todas las encuestas decían lo contrario? Poco a poco se comienza a saber. En las encuestas no se tomó en cuenta el voto oculto. Este sufragio fue el que le dio el gane a Trump. Allí estaban los ignorantes de la política, los resentidos y los violentos.
Ese tipo de gentes son los que con la llegada del Trump al poder, saldrán envalentonados a las calles a perseguir mujeres, a incendiar iglesias de comunidades afroamericanas, a perseguir judíos, y a otro montón de grupos que no los sienten identificados con ellos.
Durante su campaña, Trump, en su retórica primitiva, habló del nacionalismo, de la productividad, de los empleos, del éxito, etc. Y esto hizo que los norteamericanos volvieran a ver su pobre nacionalismo, y aceptaron creer en cerrar sus fronteras. Pero los muy ignorantes, no saben que no sólo se trata de cerrar físicamente sus fronteras, sino también las de sus tratados.
En realidad, entre México y EEUU, hay muchos muros, los hay en gran parte de esa línea. Pero cuando Donald Trump llegue al poder, revisará el tratado de libre comercio con México y se separará de éste, así lo dijo en campaña. Esto, para nuestro país será la asfixia, peor que un muro físico entre los dos países.
Muchos de los empleos de los mexicanos y estadounidenses son gracias al TLC. Y lo mismo va a pasar con Canadá.
¿Y qué va a pasar con las deportaciones? Pues ya no habrá remesas a nuestro país. Cada mexicano que vive allá, envía a México sólo el 10 por ciento de su salario y gastan el 90 por ciento en Estados Unidos.
¿Y saben qué otras cosas hay atrás del voto oculto? Que muchos de los mexicanos que ya residen allá, votaron a favor de que ya no lleguen más compatriotas. Votaron para que ya no lleguen más mexicanos a quitarles el empleo a sus hijos. Muchos de ellos son los que quieren que se cierre físicamente la frontera.
A miles de los que no son legales en ese país los comenzarán a deportar. Todos ellos se fueron a buscar el billete verde porque aquí no encontraron nada alentador para sus familias por parte de todos los gobiernos que hemos tenido.
Por nuestros políticos, México ha sido un país dependiente de otros países. Es por eso que estuvimos tan preocupados en la elección de antier. Sabemos que no dependemos de nuestras autoridades porque ellas solo han visto para su propio beneficio, no de los mexicanos. Cuando éstos dejen de robar, cuando éstos dejen de beneficiarse de nuestro dinero, entonces volveremos a creer en ellos y a tenerles confianza. Creemos en México, más no en nuestros políticos.
Tal vez sea por lo mismo que los estadounidenses eligieron a un empresario, que a un político.
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