Por: Horacio Corro Espinosa
Desde que la presidenta municipal de Huajolotitlán, Alejandra Cortázar Jiménez llegó al cargo, comenzó a cortar cabezas. Inició por la biblioteca. El 27 de enero le envió un escrito a Verónica López, responsable de ese lugar, donde le dice que desde el día 4 quedó terminada su relación laboral, y que el sábado 28, a las 14:30 horas, entregue el inventario de todo lo que tiene a su cargo.
El oficio que tengo en mi poder, se lo dirige a una persona, pero termina hablando en plural. Así que el mensaje fue para todos los que laboran en la biblioteca.
Desde luego que la encargada de ese lugar se negó a formar de recibido. Por la negativa, la presidenta mandó llamar a dos de las trabajadoras a quienes les ofreció 4 mil pesos a cada una de ellas para que cerraran la boca y se fueran del área.
En la segunda sesión de cabildo, algunos regidores le preguntaron a Cortázar Jiménez, que cuáles eran los motivos para despedir al personal de la biblioteca, y ella respondió que esa era una de sus facultades y nadie la podía contradecir.
En la regiduría de salud y ecología trabajan 14 personas, las cuales se encargan de la basura en los camiones recolectores. De esos, corrió a siete, a quienes les dijo que ya les había tocado su tiempo en otras administraciones, y que ya habían comido mucho, que ahora les tocaba a otros.
A otros trabajadores los tiene amenazados con que los va a correr porque, según, no votaron por ella, por su partido, por el PAN.
En la misma sesión de cabildo, le presumió al cuerpo edilicio que Juan Acevedo iba a ser el ejecutor de la obra pública en Huajolotitlán, ya que él se había comprometido con ella a bajar recursos para el municipio, y por esa promesa ella lo aceptó alegremente.
Es probable que la presidenta ya sepa que Juan Acevedo tiene el don de manipular facturas y costos con tal de sacar ganancias. Eso pudo haber convencido a Cortázar Jiménez, y no que vaya a bajar recursos.
En la misma sesión le reclamaron los regidores el ingreso de los nuevos directores que en su mayoría son familiares de la presidenta. Tiene a tres familiares en puestos de dirección, y uno como auxiliar contable.
Algunos regidores le demostraron a la presidenta, con artículos en mano, que lo que ella estaba haciendo se le conoce como nepotismo. Le aseguraron que ella no tiene ninguna facultad para meter a trabajar a sus familiares directos, pero ella, necia, dijo que ser la presidenta podía hacer cualquier cosa.
Otro asunto que se trató en cabildo, fueron los emolumentos, o sea, la lana que se llevará cada uno de ellos. Ella propuso ganar $15,000 por quincena, y que cada regidor se llevará 10,000.
La mayoría de los regidores se opusieron a tal cantidad y decidieron que ella se llevará 7 mil 34 quincenales; para el síndico 6 mil 633, y 5 mil 252 para el resto de los regidores.
Desde luego que la presidenta municipal se salió con la suya, en parte, lo mismo el síndico, se aumentaron unos pesos en comparación a la anterior administración.
Para que la presidenta lograra su objetivo de los $15,000 quincenales, le propuso a uno de los regidores cobrar 8 mil pesos quincenales, con tal de que éste avalara la propuesta de ella. Como el regidor se negó a eso, en represalia, la presidenta lo despojó de las llaves de los vehículos que están bajo su responsabilidad y le quitó otras facultades.
Con todo este caos causado por ella, ya presume que se está preparando desde ahorita, para la reelección de la presidencia.
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