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La publicidad en las campañas

May 19, 2016

Por Horacio Corro Espinosa

Estamos viviendo en medio de mucho más publicidad que en otras campañas. En los próximos años la tecnología será otra y habrá nuevas formas para bombardearnos con más imágenes que motiven a nuestro cerebro a aceptar datos sin darnos cuenta.

La publicidad podrá parecernos atractiva por las nuevas aplicaciones que sus herramientas pueden manipular las imágenes.

La publicidad ha existido desde siempre. Algunos afirman que es paralela al nacimiento del comercio. Tal vez no. La publicidad existe desde que el hombre es hombre.

Seguramente la publicidad sea el oficio más antiguo que existe, más todavía que la prostitución, como frecuentemente oímos.

Si echamos la historia para atrás, vamos a encontrar la “oferta” que le hizo la serpiente a la mujer en el Jardín del Edén al invitarla a comer del fruto del árbol prohibido. Lo que hizo la serpiente fue publicidad. De otra manera la mujer no hubiera comido el fruto. Si la serpiente no le hubieran vendido el fruto, ella no hubiera visto que “era bueno para comer, y que era hermoso, agradable a los ojos, y árbol codiciable… y tomó de su fruto y comió” Así dice a Biblia.

En la Edad Media juglares y pregoneros utilizaban distintos medios, incluidas las famosas cornetas, para atraer y llamar la atención del pueblo.

En la época del Renacimiento, más concretamente en el siglo XVII, con la invención de la imprenta y la aparición de los primeros periódicos, la publicidad adquiere verdadera dimensión e inicia sus primeros pasos hacia lo que son hoy los impresos.

Hace años, algunos de los antiguos economistas aseguraban que la publicidad era algo innecesario, y que con el tiempo las empresas renunciarían a ella en tiempos de crisis. Pero no ha sido así. Todo lo contrario, la experiencia ha demostrado que cuanto más profunda es la crisis más necesaria es la publicidad, ya que es la única manera de imponer la venta del producto por encima de la competencia.

Volvamos al primer ejemplo. Adán, fue el primer hombre que tuvo la oportunidad de escoger lo que le ofrecían. A través de la publicidad que le hicieron al fruto él decidió entre una y otra cosa. El hecho es que se decidió por el mal. Así es la publicidad, y quien sepa manejarla tendrá poder para vender lo que se le antoje.

Moisés, cuando ve la zarza ardiendo se queda absorto, sorprendido y lo más significativo ¡atraído! Porque lo que veía no se consumía. Eso, aunque nos suene raro, es la esencia y el secreto de la publicidad moderna que trata de llamar la atención de todos sobre determinado hecho, servicio o producto.

Lo mismo intentan hacer los candidatos con la gente. Todos buscan a través de imágenes atrapar a los electores. Unos con mentiras, otros con verdades y otros más con ilusiones.

¿Y saben quién va a convencer? No el que diga que es más preparado o más guapo o el que bese a más viejitos y niños. Sino el que impacte con su publicidad.

Les pongo un ejemplo que todos recuerdan: Fox, el expresidente de México. El ganó por su publicidad. Hacía que cada mexicano lo viera como un símbolo del mexicano, y no como un candidato formal que ya tiene la imagen de ser corrupto o ladrón.

En toda su publicidad no van a encontrar una mueca en vez de sonrisa. Utilizó los medios de comunicación de una manera inteligente.

Si quieren aprender de esa memorable campaña, busquen los libros que hablan de ese fenómeno, hay muchos documentos sobre ese tema. Pero léanlos, no sean flojos candidatos, porque nomas andan haciendo el ridículo y dan pena.

Twitter: @horaciocorro

Facebook: Horacio Corro

horaciocorro@yahoo.com.mx

 

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